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Nace el 'lobby' de la cultura

El nuevo círculo quiere emular en influencia al económico

Es un lobby y no lo es. No en el sentido estadounidense del término, ya que detrás no hay intereses espúreos, pero sí en el de que el recién creado Círculo de Cultura pretende influir para conseguir que la cultura "recupere en Cataluña una mayor centralidad social y política". Fue Ferran Mascarell, vicepresidente de la nueva entidad, el que utilizó la expresión "lobby moral" en referencia a la voluntad del nuevo círculo de conseguir el mismo respeto con el que cuenta el de Economía, entidad que les apoya e incluso les ha cedido sus instalaciones pero de la que se declaran independientes. "Utilizo el término en un sentido muy amplio", aclaró Mascarell durante la presentación del círculo. "Queremos ser prescriptores, pero no estamos al servicio de nadie".

Pretende incidir para que la cultura "recupere" la centralidad social

El otro vicepresidente, Xavier Bru de Sala, puso el acento en los aspectos más críticos del manifiesto fundacional, por otra parte bastante genérico, que han pactado las 24 personas que integran la junta de esta nueva asociación privada e independiente -se financiará solo con la cuota de los socios (100 euros al año)- cuyo objetivo es convertirse "en un espacio de diálogo y debate a favor de la cultura y de su mayor presencia y reconocimiento en la vida social catalana". La asociación promueve el equilibrio entre la iniciativa privada y pública y recalca que la función de las Administraciones "nunca es sustituir la iniciativa de la sociedad, especialmente en los ámbitos de la creación, la producción y la gestión de contenidos". En este sentido, los miembros de la junta de la entidad no pueden tener cargos públicos y, si acceden a ellos, deberán dimitir.

Para Bru de Sala -que marcó distancias con el Consejo de las Artes (Conca), del que fue su primer y polémico presidente- está claro que "si se remarca que la cultura tiene que recuperar la centralidad es porque la situación ahora no es satisfactoria". Pere Vicens, presidente del Círculo de Cultura, remarcó que Cataluña "no puede vivir más de la renta intelectual" de sus "abuelos" modernistas o noucentistas.

El Círculo de Cultura, que comenzará a realizar actividades hacia finales de año, tiene previsto hacer informes, generar debates, organizar encuentros y, sobre todo, pronunciarse de forma colectiva sobre los temas que afecten a la cultura en Cataluña. Aquí estará su fuerza. De momento, en su junta ya figuran desde Daniel Martínez (Focus) a Toni Cruz (Endemol) pasando por Josep Maria Prat (Ibercàmera), Félix Riera (Grup 62), Elvira Vázquez (Fundación El Molino), Imma Tubella (rectora de la UOC), Josep-Lluís Mateo (presidente de Biarch) y Salvador Sunyer (director de Temporada Alta), entre otros. Son un ramillete de nombres que, cuando se pronuncie como colectivo, no hay duda de que será un lobby moral.

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