Basagoiti insta a mantener la misma exigencia democrática ante Batasuna

A quienes llaman al Gobierno y su socio, el PP vasco, a arriesgar más en el panorama abierto por la tregua etarra y los movimientos de la izquierda abertzale respondió ayer Antonio Basagoiti que el camino es no bajar en ningún caso la exigencia democrática a los violentos. El líder popular vasco aprovechó su presencia en un desayuno informativo de Fórum Europa en Bilbao para dejar claras, tanto en su intervención como en el coloquio posterior, las líneas maestras del discurso de su partido en el nuevo panorama, al que quiere sumar a otras formaciones. Arriesgar para la paz pasa simplemente por mantener lo que, destacó, llevan años haciendo populares y socialistas: "Hacer frente al terrorismo y defender que el Estado de derecho vaya ganando".

"Nadie va a lograr que desestabilicemos el Gobierno vasco", recalca Basagoiti

Basagoiti y los suyos quieren prestigiar el pacto vasco como agenda de estos tiempos, pero planteada desde la esperanza, palabra que ayer usó varias veces, de que "el final del túnel" se acerca y no, como antes, desde una actitud más resistencialista. Por ello, defendió el camino que ambos partidos tomaron hace ya años a nivel nacional y en 2009 en Euskadi frente a los que defienden, como hizo el jueves todo el nacionalismo en la Cámara, dar mayor margen a Batasuna.

En este momento de inflexión toca, pues, a su entender, lanzar un claro mensaje a la sociedad de unidad en torno a los valores democráticos, firmeza y el "listón alto" frente a propuestas "gaseosas" o de "dudosa voluntad" que acaben beneficiando a los radicales.

Con el líder del PNV vizcaíno, Andoni Ortuzar, a escasos metros, Basagoiti defendió que si el PNV adoptase "de verdad posiciones razonables en lo político y claras frente al fanatismo", el panorama vasco se abriría más al entendimiento. Y cuando el PNV ha vuelto a dejar asomar su alma más soberanista, el líder popular recalcó que resulta inconveniente pasar de "pedir autodeterminación para acabar con ETA" a exigirla si se acaba con la banda.

Aun sin citarle expresamente, lanzó un aviso igual de claro al presidente Zapatero para que no "caiga en la tentación de intentar tapar unos errores con otro", el de levantar ese listón de exigencia, con o sin una posible negociación. "No es tiempo de elaborar expectativas electorales con el señuelo de la paz, no es tiempo de volver a meter la pata", aseveró.

Con mucha más contundencia que en el pleno de política general del 23 de septiembre, el dirigente popular aseguró que el Ejecutivo de Patxi López seguirá contando con su sostén. "Nadie va a conseguir que nosotros paremos o desestabilicemos el Gobierno vasco", enfatizó en su respuesta a un asistente. Y ello será así pese a las dificultades, problemas y "manejos de otros" que Basagoiti ve en el camino, siempre y cuando no se crucen dos líneas rojas: una negociación "que sirva para que ETA aumente sus expectativas" y "colocar al País Vasco en una posición de permanente conflicto con sus normas de convivencia, como el Estatuto".

Basagoiti empleó también la tribuna pública para trazar otra base del discurso político inmediato del PP: descargar sobre el PNV, y de rebote sobre Zapatero, la responsabilidad de que Euskadi pueda perder dinero con el traspaso de las políticas activas de empleo. Los populares vascos quieren evitarse conflictos con sus compañeros de otras comunidades como los que vivieron con el blindaje del Concierto. Además de pedir a los suyos, como ya han trasladado a Génova, cautela hasta conocer el decreto en que haya de materializarse la transferencia, el PP quiere endosar al PNV toda la letra del déficit que pueda suponer. "Por colgarse una medalla, puede que la tengamos que acabar pagando todos los vascos", destacó Basagoiti, dando por sentado que la transferencia le costará dinero a Euskadi por "tocar" las bonificaciones a la contratación.

El líder del PP abundó que el lehendakari ha sido "ninguneado" por Zapatero, pero no dejó pasar la oportunidad de echarle un capote a López, enfatizando su capacidad de gobernar el país, lo que toda la oposición puso de forma vehemente en duda en el debate de política general. "Lo importante es que el lehendakari tiene liderazgo frente a los violentos, no que lo tenga en medio ambiente", incidía días atrás en privado un cualificado dirigente popular.

Sobre el PNV quiere, pues, el PP poner la carga de la prueba, mientras sigue viendo en Zapatero el mayor hándicap económico para Euskadi. De esta forma, "los manejos del PNV en Moncloa están lastrando la economía vasca" y "el bolsillo de los vascos está siendo perjudicado por las decisiones del PNV en Madrid", recalcó Basagoiti, pero sin dejar de apuntar que Zapatero "no está en disposición de ofrecer" ni el criterio ni la estabilidad necesarias para el crecimiento económico.