Financiar RTVE

La ley de financiación de la televisión pública no nos beneficia a los contribuyentes ni a los anunciantes, ni a las agencias de publicidad, ni a los trabajadores de RTVE, ni a los de las empresas que trabajan para ella, ni al consumo interno, ni siquiera al mismo Gobierno, como parece evidente por los varapalos que está recibiendo por su pésima gestión. Sin embargo, las cadenas de televisión privadas han subido el coste de su publicidad un 30% este último año. Habrán tenido más ingresos, con menos anuncios. Pero, ¿por qué hace el Gobierno algo que aparentemente perjudica a una inmensa mayoría? Ya que es improbable que nadie se disculpe por los daños ocasionados, todos los perjudicados agradeceríamos, al menos, una pronta respuesta y una vuelta inmediata al sistema anterior.