Fuerte impulso de la volatilidad

Los inversores continúan sin tener claro a qué carta jugar en la actual coyuntura, con lo que sus movimientos responden, en general, a la aparición de datos puntuales de los que es casi imposible deducir una tendencia.

En la apertura de esta última sesión, el Ibex 35 parecía sacudirse los efectos de la rebaja de la calificación de la deuda soberana española, en parte porque en los mercados de deuda el diferencial con Alemania se estrechaba ligeramente. Como en ocasiones anteriores, los primeros tanteos compradores no tuvieron continuidad y muy pronto el mercado entró en una especie de zona neutra que empeoró con la llegada de algunos indicadores económicos de Estados Unidos, que no hicieron más que aumentar la confusión. El Ibex 35 marcó ayer dos puntos equidistantes respecto del cierre del día anterior, pues a primeras horas de la mañana alcanzó los 10.638,00 puntos, con una subida del 1,17%, y poco después de la apertura de la Bolsa de Nueva York caía hasta los 10.391,60 puntos, con un recorte del 1,17%. El cierre de la sesión aportó algo de calma y el principal índice de la Bolsa española quedó en 10.450,10 puntos, con un descenso del 0,61%.

Los indicadores que aceleraron la salida de los inversores fueron el de actividad manufacturera de septiembre, la confianza de los consumidores en ese mismo mes y, para agosto, el gasto en construcción y los ingresos y gastos personales. Estos últimos datos fueron los únicos positivos y los inversores consideraron que ya estaban muy lejos como para influir en sus decisiones. Con todo, son las constantes alusiones a la adopción de nuevas medidas de estímulo a la economía estadounidense por parte de la Reserva Federal las que despiertan entusiasmo o inquietud a partes iguales.

En el mercado español destacó la operación de Repsol YPF con la venta del 40% de su filial brasileña, una inyección de liquidez muy importante en tiempos en los que encontrar financiación resulta poco fácil y que los inversores valoraron muy positivamente.

En el Mercado Continuo se movieron 6.439,27 millones de euros, de los que 2.880 procedían de operaciones del "mercado de bloques" con acciones de BBVA. En el "mercado abierto" se negociaron 2.494,79 millones de euros.