Los sindicatos rechazan el plan de recortes portugués en salarios y pensiones

Tras la crisis económica vienen las protestas sociales. El drástico plan de ajuste del Gobierno portugués que prevé recortes salariales, congelación de pensiones y aumento de impuestos, entre otras medidas, ha sido recibido con un rechazo contundente de los sindicatos, que anuncian una oleada de protestas contra estas medidas de austeridad económica. Manuel Carvalho da Silva, secretario general de la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP), principal organización sindical, aseguró ayer que la sociedad portuguesa responderá con "la movilización". Más explícitos fueron los dirigentes sindicales de la Función Pública, como Ana Avoila, que vaticinó "protestas en las calles, huelgas y todo lo que sea preciso". Entre las medidas anunciadas el miércoles por la noche por el primer ministro José Sócrates (socialista) destaca el recorte en un 5% de la masa salarial de los empleados públicos a partir de los 1.500 euros mensuales, que supondrá una rebaja de los sueldos entre el 3,5% y el 10%. El jefe de Gobierno acudió ayer al Parlamento, donde libró una dura batalla dialéctica con la oposición, que repudia el plan de ajuste.

La hora de la verdad llegará en dos semanas, cuando la Asamblea de la República vote los presupuestos de 2011, que contienen todas las medidas adelantadas por el Gobierno para reducir el gasto público en 3.420 millones de euros y aumentar los ingresos en 1.700 millones.

El Ejecutivo obtendrá con toda probabilidad el apoyo o la abstención del conservador Partido Social Demócrata (PSD), primera fuerza de la oposición. Ayer la UE pidió a Portugal que avance en sus reformas estructurales para volver al crecimiento.