Eddie Fisher, cantante

"El mundo ha perdido a un auténtico símbolo americano", declaró su familia al anunciar la muerte de Eddie Fisher, popular cantante estadounidense que vendió millones de discos en la década de los cincuenta haciendo las delicias de jovencitas con éxitos como I'm yours; Thinking of you; Wish you were here, entre otros. Fisher falleció el 22 de septiembre en su casa de Berkeley (California) como consecuencia de complicaciones relacionadas con una operación de cadera. Tenía 82 años.

La vida del cantante estuvo marcada por escándalos con las drogas, el juego y sus tormentosas relaciones amorosas. Todo ello lo contó el propio Fisher en dos libros autobiográficos, ambos llenos de detalles íntimos y escabrosos que hicieron que una de las hijas del cantante, Carrie Fisher, más conocida como la princesa Leia de la saga de La Guerra de las Galaxias, quisiera renegar de su ADN y cambiarse el apellido por el de su madre, la actriz Debbie Reynolds.

En una de las autobiografías, Fisher relata que el médico que le proporcionaba las medicinas también atendía al presidente John F. Kennedy y escribió: "Jack Kennedy y yo compartimos drogas y mujeres". "No es la música lo que la gente recuerda más de mí, son las mujeres", dijo el cantante en una ocasión. Casado cinco veces, Fisher abandonó a su primera esposa, Reynolds, para irse con Elizabeth Taylor. Cuando en 1958 el amigo de Fisher y marido de Taylor, el productor Mike Todd, moría en un accidente de avión, el cantante ayudó a superar el bache a la actriz y acabaron protagonizando uno de los escándalos más famosos de la época, que acabó en boda.

Poco más de cinco años después, Taylor se enamoró durante el rodaje de Cleopatra de Richard Burton y se divorció de Fisher. La separación de Taylor llevó a Fisher a un mundo de drogas y alcohol que se hicieron compañeros de viaje habitual en la vida del cantante, sin los que no sabía ni actuar ni relacionarse. Fisher confiesa en uno de sus libros que en sus buenos tiempos llegó a ganar más de 20 millones de dólares y que la gran mayoría se lo gastó en juego y drogas.

Entre -y durante- matrimonio y matrimonio, el cantante sumaba romances, algunos con estrellas como Marlene Dietrich, Ann Margret, Kim Novak o Angie Dickinson.

Edwin Jack Fisher nació el 10 de agosto de 1928 en Filadelfia. Hijo de un tendero judío, Fisher empezó a la edad de 15 años a cantar en la radio de su ciudad natal para acabar trasladándose a Nueva York e iniciar su carrera como protegido del comediante Eddie Cantor.

En los años cincuenta, Fisher llegó a tener 32 canciones entre las más escuchadas en las listas de éxitos. Pero las tendencias musicales cambiaban -el rock arrasó con todo- y su estrella se apagaba. En 1983, intentó un regreso a los escenarios que acabó en total fracaso. La carrera de Fisher nunca se recuperó de la notoriedad adquirida por sus romances. El cantante acabó siendo más conocido por sus amores que por sus letras.