Gobiernos del PP agitan la huelga con elevados servicios mínimos

Los Gobiernos regionales del PP caldearon ayer los preparativos de la huelga general del 29-S al imponer a los sindicatos unos servicios mínimos mucho más amplios que los pactados por el Ejecutivo central. El primer disparo lo dio en Madrid Esperanza Aguirre, quien exige a los convocantes una cobertura del 50% del transporte público en horas punta. Es el doble de lo que Fomento acordó con los sindicatos, que por vez primera en un paro general lograron un pacto con el Ejecutivo. El ejemplo de Aguirre, que sostiene un tenso pulso con las centrales desde la huelga del metro en junio, se repitió a lo largo de la jornada en Murcia, Galicia o Castilla y León, donde los respectivos Gobiernos del PP elevaron al límite sus exigencias a los sindicatos y en algunos casos rompieron las negociaciones. Valencia, donde hubo pacto, fue la excepción. El correspondiente malestar sindical amenaza con exacerbar los ánimos ante una protesta general cuyas consecuencias pasarán factura al Gobierno central del PSOE.