El cruce de acusaciones acentúa la división sindical ante la huelga

Las aguas bajan cada vez más revueltas en Euskadi a ocho días de la huelga general. Una convocatoria empañada por una división sindical que ayer se acentuó tras un nuevo cruce de acusaciones entre las centrales de implantación estatal y la mayoría nacionalista. CC OO fue contundente en su recriminación al afirmar que todos "los males" de la confrontación derivan del "hegemonismo" exclusivista que ejerce ELA y del "seguidismo" al que se presta LAB. Estas organizaciones, por su parte, cargaron contra la primera y UGT por la "subvención encubierta" que, a su juicio, ha supuesto un reparto de fondos de Osalan.

El secretario general de Comisiones Obreras en Euskadi, Unai Sordo, respondió por carta a la misiva en la que, previamente, ELA y LAB habían confirmado su rechazo a la convocatoria del 29-S. En su escrito, el responsable sindical recuerda que una huelga general "debería ser un acto de acumulación de fuerzas del conjunto de la clase trabajadora" y acoge con "suma preocupación" el demarque de unas centrales abertzales a las que acusa de "priorizar las lógicas políticas frente a las sindicales".

La mayoría nacionalista critica una "subvención encubierta" de Osalan

El discurso de Sordo incide en las críticas avanzadas ya el viernes por los secretarios generales de CC OO y UGT a nivel nacional, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez respectivamente, durante los actos que ambos sindicatos celebraron en Bilbao, ante cientos de delegados, para calentar motores. Fue la confirmación de que la convocatoria conjunta para el próximo día 29 no era viable en Euskadi, tras el rechazo expreso manifestado por ELA y LAB.

El líder territorial de Comisiones recalca en la carta que el hecho de ser organizaciones con proyectos estratégicos "distintos y legítimos" no tiene por qué ser "óbice" para buscar espacios de acción conjunta, como a su juicio ocurrió el 29 de junio, cuando CC OO y UGT secundaron la huelga promovida por los sindicatos nacionalistas, si bien lo hicieron con un llamamiento propio. En esta ocasión, sólo ESK se ha desmarcado entre las centrales abertzales y saldrá a la calle dentro de ocho días, aunque también en el marco de una convocatoria independiente con la que responder a la "agresión" que supone la reforma laboral.

La modificación aprobada en el Congreso elimina las causas formales de despido nulo, da entrada a las agencias privadas de colocación en los servicios públicos de empleo y amplía los motivos económicos del despido. También da vía libre a la posibilidad de rescindir un contrato con 20 días de indemnización por año trabajado si la empresa es capaz de justificar posibles pérdidas. Un horizonte que, incluso, se oscurece ante la anunciada reforma de la jubilación, que aumentará su edad y el número de años para calcular la pensión.

Aunque sin la pretensión de dar respuesta a las acusaciones, ELA y LAB aprovecharon un comunicado conjunto para cargar contra CC OO y UGT por convocar la huelga del próximo día 29 pese a mantener el diálogo social en todos los ámbitos "porque financieramente les resulta muy rentable". "Siguen acompañando al Gobierno vasco y al de Madrid en sus políticas neoliberales de recorte de derechos laborales y sociales", denunciaron ambas centrales.

Con las críticas al funcionamiento de Osalan como excusa, la mayoría sindical refrendó en su escrito un criterio antagónico al de las centrales de implantación estatal y una posición que dista mucho de los espacios de acción conjunta que estas reclaman. Unidad que los abertzales descartan vista la "prioridad política" de CC OO y UGT al "marco español de relaciones laborales".