La Setmana del Llibre en Català cierra con 75.000 visitantes

Xiuan, de cinco años, acaba de llegar de China y ayer aprendió sus primeras palabras en catalán con Alícia, una muñeca gigante que se paseaba por el parque de la Ciutadella de Barcelona explicando sus aventuras en el país de las maravillas. Este pasacalle fue una de las actividades de mayor éxito de la 28ª edición de la renovada Setmana del Llibre en Català, que ayer finalizó tras 10 días de actos con un total de 75.000 visitantes en las tres ciudades donde se ha celebrado: Barcelona, Lleida y Sant Cugat del Vallès.

La cifra de visitantes queda, sin embargo, lejos del récord alcanzado en 2006, cuando reunió a 190.000 personas en la plaza de Catalunya de Barcelona. Pero es más positiva que la del año pasado, ya que la organización dejó huérfana de actos a Barcelona por divergencias con el Ayuntamiento y solo logró 50.000 visitantes en el traslado de la Setmana del Llibre a Sant Gugat. "Este año hemos tenido la complicidad de las instituciones y en el parque de la Ciutadella hemos encontrado el modelo sobre el que insistir; queremos potenciar el carácter festivo y relacionar la Setmana con la Diada", explica su presidente, Albert Pèlach.

Además, se han incluido novedades editoriales en el catálogo, lo que ha propiciado que La bicicleta estàtica, de Sergi Pàmies; Maletes perdudes, de Jordi Puntí, y Se sabrà tot, de Xavier Bosch, hayan sido los libros de ficción más vendidos. En no ficción, los más comprados han sido Històries de la història de Barcelona, de Dani Cortijo; Els verbs conjugats, de Joan Baptista Xuriguera, y Viatge d'anada i tornada, de Gerard Piqué.

Al éxito de la Setmana del Llibre en Català han contribuido un dictado multitudinario (se apuntaron 300 personas), la constitución de la plataforma Amics del Clàssics y la entrega del Premi Trajectòria a la escritora Maria Barbal.