Larga vida al dólar
La fortaleza de la divisa beneficia a los fondos de renta fija en dólares
Salvo que un nuevo sobresalto le dispute el título, 2010 pasará a la historia como el año en que el euro sufrió su primera gran crisis. Una crisis que duró todo el primer semestre y que, probablemente, tendrá algún coletazo posterior, pero que, por ahora, parece haberse casi evaporado. Desde diciembre de 2009 hasta junio de 2010 la fuerza del dólar contra el euro se manifestó de manera virulenta, llevando a la moneda europea desde 1,52 hasta 1,19 dólares por euro. Fuerza del dólar que no se mostró tan contundente contra otras divisas, o frente al oro, pero que permitió que el índice dólar frente a las seis monedas más importantes se apreciara casi un 20%. Ese proceso de apreciación del dólar, en el caso del yen, se terminó a comienzos de mayo. Desde entonces, el dólar ha estado perdiendo gas y es probable que mantenga esa posición débil durante un tiempo antes de iniciar un nuevo, y de más largo alcance, proceso de apreciación.
Los fondos que invierten en renta fija a corto y medio plazo denominada en dólares se han beneficiado por tanto, al menos durante seis meses, de esa fortaleza del dólar y lo reflejan en su rentabilidad acumulada en el año. Frédéric Salmon, gestor de uno de esos fondos, Pictet USD Short Mid-Term Bonds, considera que "los mercados de deuda pública parecen a punto de consolidación en un contexto de menor inflación subyacente -que probablemente se extenderá hasta fin de año-, una política monetaria acomodaticia y dudas sobre la fuerza de la recuperación económica".
Los fondos de este tipo han gozado de la ventaja de que los tipos de interés de la deuda pública estadounidense de corto plazo han estado bajando de manera ininterrumpida desde comienzos de abril, lo que se habrá traducido normalmente en plusvalías para los títulos de deuda pública o renta fija privada que tuvieran en sus carteras (los precios de los títulos de renta fija que se han comprado previamente suben de precio cuando los tipos de interés bajan). Eso a pesar de que los primeros tres meses del año fueron mucho más inestables, con un viaje de ida y vuelta en las cotizaciones que dejó un resultado neutral como balance del trimestre. Según Frédéric Salmon, "el fondo ha aumentado la asignación de parte de la cartera al sector financiero y reducido posiciones en emisiones cuyos diferenciales con la deuda del Gobierno están ajustadas".
En el futuro la rentabilidad de estos fondos estará condicionada por los mismos factores, aunque el peso de la cotización del dólar sobre el resultado final será determinante para los inversores que tengan su base de partida en euros. Las comisiones y gastos anuales (TER) que la gestora carga al fondo Pictet-USD SMT Bds-P ascienden a 0,51% sobre el patrimonio total, la mitad que la media de gastos para la clase de fondos con parecida política de inversión. -
Juan Ignacio Crespo es director en Thomson Reuters
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