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Columna
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La noche del 28 de noviembre

Joan Subirats

Las expectativas electorales apuntan claramente a que la primera fuerza política catalana será la abstención. Alrededor de la mitad de los catalanes con derecho a voto no piensan, por ahora, ejercerlo. A ellos deberíamos sumar el 15% de los residentes en Cataluña, de origen inmigrante, que no pueden hacerlo. Esa gran masa de abstencionistas potenciales alimenta en estos momentos grandes esperanzas y grandes temores. Las esperanzas derivan de la posibilidad de que, al final, algunos o muchos de ellos decidan acudir a las urnas para votar ante la capacidad de activación que muestren las viejas y nuevas formaciones políticas. Es evidente que las especulaciones sobre el volumen y las razones de la abstención o del también previsiblemente cuantioso voto en blanco están en la base de las esperanzas de las nuevas formaciones políticas que han ido apareciendo estos días. Esa enorme masa de abstencionistas, ¿no van a votar porque no encuentran la horma adecuada para sus inquietudes, ideas y valores, o simplemente pasan de un sistema político al que sienten globalmente lejos de sus problemas cotidianos? Las nuevas formaciones independentistas buscan su espacio aprovechando la ola soberanista y apalancándose sobre las debilidades de Esquerra tras su participación en los sucesivos gobiernos de coalición. Tratan de pescar entre los desencantados del tripartito, los que sospechan que CiU acabará decepcionando las expectativas generadas y la gran masa de jóvenes alejados de las formaciones políticas institucionales.

La abstención prevista en todas las encuestas es un drama que abre el camino a todo tipo de populismos y oportunismos

Otra gran expectativa de votos en los que pescar es la formada por los hastiados del politiqueo, muy críticos con la evidente asimetría entre los acuciantes problemas de la gente y las capacidades reales de intervención de los políticos, más allá de sus promesas y discursos. Piensan que los políticos hablan de paro, de inmigración, de inseguridad, pero en la práctica esos políticos viven alejados de esos problemas y sin capacidades reales de acabar con ellos. Otros abstencionistas crónicos son los que simplemente piensan que "todos son iguales" y que los políticos solo buscan sus votos para seguir viviendo a costa de ellos. En esa confusión de razones y sinrazones, tratan de buscar su oportunidad, entre otros, Montserrat Nebrera y su exótica propuesta, el partido homogeneizador de Rosa Díez, el salto a la escena autonómica de Anglada y su Plataforma xenófoba, y los intentos de Ciutadans para seguir existiendo.

Las formaciones políticas más asentadas se enfrentan a la abstención de maneras distintas. La coalición de CiU ha logrado mantener una notable fidelidad de su electorado a pesar de su alejamiento del poder y puede esperar pescar entre los indecisos gracias a su condición de favorita. El aumento en visibilidad y cantidad de las opciones soberanistas, y la cierta sensación de amenaza que proyecta en algunos sectores de población, tradicionalmente próximos a los socialistas, pueden generar trasvases de voto del PSC hacia el Partido Popular u opciones tipo Ciutadans o el partido de Rosa Díez. Sin duda son los socialistas los que más van pueden verse afectados por el aumento del abstencionismo y del voto en blanco, y deberán calibrar bien sus equilibrios en torno al tema del reforzamiento del autogobierno y el horizonte de la independencia. Es evidente que el PP no necesita reforzar su bien ganado perfil anticatalanista y busca, en cambio, aumentar su cosecha electoral pescando en el caladero de los que relacionan inseguridad y paro con la presencia de inmigrantes. Iniciativa parece que se mantiene sin problemas y puede compensar con la renovación de su liderazgo y la coherencia de sus mensajes los altos costes de su gestión de gobierno.

La noche del 28 de noviembre conoceremos más en detalle las dimensiones de la tragedia. Porque tragedia es que la abstención alcance cifras de más del 40%. Y esa misma noche empezaremos a ver hasta qué punto en ese mar revuelto han logrado pescar oportunismos y populismos de todo tipo, y qué tipo de combinaciones de gobierno acaban siendo posibles. Muchos de los dirigentes políticos pueden acabar pensando esa misma noche aquello de que no hay nada peor que el hecho de tus expectativas se hagan realidad.

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