_
_
_
_
Reportaje:MUNDIAL DE MOTOCICLISMO | Gran Premio de Aragón

Sufrimiento necesario, olvido imposible

Redding y De Angelis vuelven a la competición tras revisar el accidente en el que falleció Tomizawa tal y como aconsejan los expertos

Nadia Tronchoni

Scott Redding tiene 17 años. Decidió ganarse la vida en el asfalto. Y en un circuito ha sufrido la peor experiencia de su corta vida. Alex de Angelis tiene 26 y su mayor alegría era volver pasearse por el paddock del mundial de motociclismo. Tuvo su oportunidad dos fines de semana atrás, en el Gran Premio de San Marino. Pero nunca pensó en que el retorno resultaría tan amargo. Ambos, el italiano primero y el británico unas décimas de segundo después, protagonizaron durante la carrera de Moto2 en Misano un atropello mortal que terminó con la vida de Shoya Tomizawa. Ambos volvieron a subirse ayer a una moto.

"Volver a pisar el trazado la tarde del jueves y pasearme con la scooter por él no fue nada fácil, pero estoy bien", concede De Angelis. También está en condiciones incluso de esbozar alguna sonrisa el joven Redding, "aunque esto no lo va a olvidar nunca, no podrá hacerlo", explica Héctor Faubel, su compañero de equipo. Son deportistas de élite. Sus resultados sobre el asfalto lo demuestran. Ayer, en un circuito plagado de guiños al simpático Tomizawa -su número, el 48, aparecía estampado en cascos, colines y chasis; su número, el 48, ya no lo lucirá nadie más, pues ha sido retirado del Mundial de Moto2-, De Angelis y Redding tuvieron no solo el valor de competir, sino también las ganas de ser competitivos: marcaron el cuarto y el sexto mejor tiempo en una jornada aciaga, entre chaparrón y chaparrón.

"Vi la carrera y ahora sé que no pude hacer nada por evitarlo", dice el piloto británico
El número 48 del piloto japonés ha sido retirado del Mundial de Moto2

El camino hasta llegar hasta aquí no ha sido fácil en absoluto. Scott Redding no podía parar de llorar hace dos domingos, tras arrollar con su moto el cuerpo de un colega. No recordaba nada. Estaba en estado de shock: "Estaba tiritando y fuera de sí", contaba Faubel, que el pasado lunes decidió invitar a su compañero a una barbacoa en su pueblo, Llíria (Valencia), junto a unos amigos, después de los entrenamientos celebrados en el circuito de Cheste: "Quería que pasara una velada distendida".

El británico había decidido, pese a la opinión contraria de sus familiares y amigos más cercanos, revisar la fatídica carrera. Lo hizo 48 horas después del accidente. Estaba sufriendo flashbacks -cortos golpes de memoria-, pero no estaba seguro de lo que había ocurrido: veía manchas rojas, negras y blancas... Además, tenía la sensación de que nadie se atrevía a contarle la verdad. "Vi la carrera a las dos de la mañana del martes porque no recordaba nada. Todos me decían que no era culpa mía, pero estaba preocupado porque parecía que nadie quería contarme nada malo. Solo quería tener claro qué ocurrió. Y ahora sé que no pude hacer nada por evitarlo. Todo ocurrió mucho más rápido de lo que yo podía esperar", declaró a la revista digital Motorcyclenews.

Redding sufrió claros episodios de estrés post-traumático. Y pese a la negativa de sus seres queridos, no hizo mal en revisar el accidente. Claro que hubiera sido mucho mejor que no lo hiciera en soledad. Pep Font, experto en Psicología del Deporte, explica que aunque los pilotos sepan que no fueron responsables del accidente fatal, deben pasar por un proceso de duelo y asimilar conscientemente los hechos. "Todos intentan no sufrir, olvidar rápidamente e incluso hacer ver que no ha pasado nada. Pero esa no es la salida. Los deportistas suelen tener una motivación extra. Y se sienten forzados a conseguir que aquello que les ha pasado no les afecte en su trabajo. Por eso tienen prisa por borrar de su cabeza todo lo ocurrido. Son maniobras para no afrontar la realidad. Y eso puede acabar pasando factura a medio plazo. Para evitarlo, es necesario sufrir. Pero con la ayuda de un experto", afirma.

De Angelis sufrió. Y fue capaz de controlar sus reacciones, no como Redding. "Tras la carrera en Misano estuve un poco deprimido. Pasé tres días encerrado en casa con mi familia. Y sí, he visto el accidente. Lo he visto una y otra vez, porque sucedió todo tan rápido que no me acordaba bien. Sabía que no había sido mi culpa. Y ahora, además, pienso en lo afortunado que fui. Desde el punto de vista psicológico me encuentro bien. Aunque todavía siento las marcas emocionales de aquel choque. He estado trabajando para recuperarme y por eso quería competir. He salido a pista y el circuito me ha parecido muy divertido, he podido ir rápido, y he vuelto a sonreír".

Jorge Lorenzo, durante los entrenamientos en el circuito de Alcañiz.
Jorge Lorenzo, durante los entrenamientos en el circuito de Alcañiz.AP

Los pilotos piden que desaparezca la hierba artificial

Dos horas de reunión y una expectativa tremenda. Alcañiz acogió ayer una reunión de la Comisión de Seguridad del Mundial de motociclismo, una de las más intensas de los últimos años. La caída fatal de Shoya Tomizawa en San Marino abrió dos debates, sobre los que se habló largo y tendido. En primer lugar, la organización quiso explicar en persona a los pilotos las razones por la que no se mostró bandera roja tras el accidente: no existía peligro para el resto de participantes; y el japonés aún luchaba por su vida. En segundo lugar, se abordó la idoneidad de la hierba artificial en los circuitos de velocidad: terrible para las motos. Todos los pilotos coincidieron en la conveniencia de hacer desaparecer el césped artificial. Dorna se comprometió a buscar soluciones.

El portavoz de los pilotos en esta reunión, el líder del Mundial, Jorge Lorenzo, cree que una de las causas por las que Tomizawa falleció hace dos domingos es la hierba que bordeaba el asfalto en Misano. El piloto cometió un error, tocó con su rueda el césped y la moto en lugar de salir despedida hacia la escapatoria, se deslizó y dejó al piloto en medio de la pista. Lorenzo asegura que eso no hubiera ocurrido con cualquier otro material: "La hierba artificial es imprevisible y muy resbaladiza". Además de innecesaria. En lo que no se pusieron de acuerdo es en cómo sustituirla: asfalto pintado o sin pintar, gravilla o césped natural. Este es uno de los pocos aspectos que, en opinión de los pilotos, cabe mejorar todavía en los trazados. La seguridad es hoy máxima. Desde que Daijiro Kato falleciera en Suzuka en 2003 no se había producido ningún otro accidente mortal en el Mundial de motos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_