Obras Públicas matiza el plan que legaliza las naves de Sandokán

La legalización de más de la mitad de las naves que construyó irregularmente en Córdoba la empresa Arenal 2000, propiedad del constructor Rafael Gómez, conocido como Sandokán, sigue adelante con el apoyo del Ayuntamiento de Córdoba, las puntualizaciones de la Consejería de Obras Públicas y el aval de la propia consejera y ex alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar.

La Delegación de Obras Públicas ha enviado al Consistorio cordobés un informe en el que subraya sus dudas sobre algunos puntos del plan municipal especial de la carretera de Palma del Río, que contempla dichas legalizaciones. El presidente de la gerencia de Urbanismo, Francisco Tejada, reconoció ayer que la Delegación de Obras Públicas les ha pedido "una mayor justificación en cuanto al grado de ocupación" que permite el plan y que dejaría en pie buena parte de las naves ilegales. "Y eso es lo que vamos a hacer: vamos a justificar la ocupación que se prevé dentro del plan especial", subrayó.

Pero mientras la Delegación de Obras Públicas cuestiona el plan municipal, la consejera lo avala. Aguilar insistió ayer en que el nuevo plan redactado "puede continuar perfectamente su procedimiento" a pesar del informe de la Delegación en Córdoba. La titular de Obras Públicas sostuvo que el gobierno municipal tiene que continuar con la tramitación del plan, una vez que la Junta ya ha dado a conocer su parecer. "La voluntad política que mueve a la Consejería es resolver este plan especial cuanto antes en el marco de la legalidad y desde el diálogo y colaboración institucional", insistió.

En junio, cuando se presentó el plan municipal, no se ocultó el peso que Aguilar tendría en el proceso. La consejera fue alcaldesa de Córdoba en el momento en el que Gómez levantó las naves. Y con ella a la cabeza del gobierno municipal se aprobó el primer plan especial de la carretera de Palma que rechazó de plano el TSJA en 2008.

Así pues, si nada cambia, el Ayuntamiento perdonará más de la mitad de los 40.000 metros cuadrados de las naves de Sandokán. En el nuevo plan se especifica que sólo el 37,5% de las naves (unos 15.000 metros cuadrados) deberá ser derribado por la empresa.