Red Bull para el golpe
Tras su discreto papel en Monza, Webber y Vettel se rearman para las próximas citas, mucho más propicias para el RB6
Todos aquellos que consideren que el discreto papel que los temibles Red Bull (acumulan seis victorias y 12 poles de 14 posibles) protagonizaron este fin de semana confirma que la escudería de los bólidos energéticos atraviesa un periodo de dificultades, que no lo diga muy alto o, al menos, que espere un par de semanas antes de hacerlo, hasta el Gran Premio de Singapur, o mejor aún un mes, hasta el de Japón.
La cuarta plaza que Sebastian Vettel se llevó de Italia y la sexta de Mark Webber son un resultado fantástico para una estructura que vino a Monza con la intención de parar el golpe en una pista que, como le ocurre a Superman con la criptonita, hace que el RB6 pierda sus superpoderes y se convierta en un bólido común. Lejos de venirse abajo, Webber recuperó ayer la batuta del Mundial a la vez que su compañero se reenganchó al selecto pelotón de los que pelean por la corona. La mayoría de pilotos vaticina que, tras este pequeño receso, los Red Bull volverán a mandar en la pista.
"Antes de llegar aquí, nuestro objetivo era limitar daños", dice el jefe de equipo
La temporada pasada la escudería se impuso en tres de las cinco carreras que faltan
"Estoy un poco decepcionado porque podía haber conseguido algún punto más. He tenido más suerte que Hamilton pero Fernando ha ganado. Siempre es bueno sumar puntos aunque siempre quieres más. La verdad es que nos podría haber ido mucho peor", resumió Webber. Christian Horner, el jefe del equipo, aún fue más explícito que él y reconoció abiertamente estar más contento que unas pascuas: "Antes de llegar aquí, nuestro objetivo pasaba por limitar los daños. Es por eso que irnos con el liderato de Mark y, a la vez, haber aumentado el margen al frente del campeonato de constructores, es mucho más de lo que podíamos esperar".
La temporada pasada, uno de los Red Bull se impuso en tres de las cinco pruebas que quedan aún por disputarse (Japón, Brasil y Abu Dabi), por más que nadie ha corrido aún en Corea del Sur, donde aceleran los trabajos para la celebración del gran premio (24 de octubre). Ante este panorama, en Ferrari y en McLaren son plenamente conscientes de que el cartel de favorito hay que colgárselo al equipo de Adrian Newey, el ingeniero más prestigioso de la F-1 actual.
Con sus ideas, un lápiz y un papel, este técnico ha proyectado la máquina más efectiva del campeonato, un prototipo que mezcla de maravilla dos parámetros tan difíciles de combinar como el downforce y el índice de penetración del aire. Lo primero es la carga aerodinámica que empuja el coche hacia el suelo, vital para que se agarre en las curvas rápidas que precisan de mucho agarre, mientras que lo segundo influye sobre todo en las rectas, cuando lo que se busca es velocidad pura. A la espera de ver qué ocurre en Corea, los otros cuatro circuitos que hay que visitar exigen mucha carga aerodinámica, un escenario en el que los Red Bull de Newey se manejan como pez en el agua.
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