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La prohibición de la marcha 'abertzale' encona el alejamiento entre bloques

Intxaurraga (EA) convoca una segunda manifestación con otro recorrido y lema

La última tregua decretada por ETA no ha modificado el escenario de la política vasca. Lejos de la distensión entre bloques, el alto el fuego de la banda parece haber alimentado su alejamiento. La prohibición de la marcha organizada para mañana en Bilbao por la plataforma Adierazi EH, en defensa de los derechos civiles y políticos, volvió a evidenciar ayer la gran distancia que a día de hoy, y pese al guiño en el que algunos sitúan el cese de las "acciones armadas ofensivas", separa al polo constitucionalista del abertzale.

Ambos bloques se ratificaron en sus tesis. El primero, en el empeño de no conceder ni el más mínimo respiro al entramado etarra, en el que la Audiencia Nacional ubicó a los convocantes. El segundo, en que habrá manifestación. Tras conocerse la prohibición, el ex consejero de EA Sabin Intxaurraga, junto a otra persona sin adscripción política, formalizó la convocatoria de una segunda manifestación para el sábado, con otro lema y recorrido, cuyo inicio se ha fijado para las cinco de la tarde.

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El juez Ismael Moreno había ratificado anteriormente las previsiones que apuntaban a la suspensión de la movilización, tras la petición que en este sentido ya había realizado la fiscalía. Mediante un auto de tres páginas, el magistrado prohibió el acto al entender que existen "fundados indicios" de que podría "apoyar la estrategia y justificar las acciones de ETA". Así, ordenó a la consejería de Interior, a la Dirección General de Policía y a la Guardia Civil que adopten las medidas necesarias para impedirlo y procedan a la instrucción de las diligencias necesarias en relación con quienes quisieran participar en el mismo.

El juez reprodujo los argumentos esgrimidos por el fiscal, para el que Adierazi EH "no es más que una sucesión" de la ilegalizada Batasuna. De acuerdo con los informes solicitados a la Ertzaintza y otras policías, la plataforma convocante está formada por procesados y acusados de colaboración o integración en banda terrorista. Además, cuenta con el apoyo de "históricos dirigentes del frente político-institucional" de ETA, como Tasio Erkizia, así como de cargos municipales de la ilegalizada ANV.

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Sin ánimo de entrar en polémicas, aunque ya había aclarado previamente que la política antiterrorista no iba a cambiar pese al pronunciamiento etarra del domingo, el Gobierno vasco se limitó ayer a "respetar las decisiones judiciales" y a velar por el cumplimiento de la suspensión. Más satisfecho se mostró el PP, tras ver ratificada su petición de que se prohibiera la manifestación, al coincidir con el fiscal en que la plataforma organizadora "es una tapadera más de Batasuna" y considerar que el acto podría conllevar un enaltecimiento del terrorismo.

La complacencia popular contrastó con la decepción de los convocantes, para quienes la decisión de la Audiencia Nacional supone una prohibición de "la defensa de los derechos civiles y políticos, e incluso del derecho a la vida". Según recordaron, la manifestación se había organizado para reivindicar la superación de "toda situación de excepción o violencia", así como el retorno de los presos a las cárceles vascas, la libertad de expresión o la legalización de partidos. Principios que coinciden casi de forma literal con los "mínimos democráticos" consensuados por EA y la izquierda abertzale para impulsar la paz.

Como portavoz ayer de Adierazi EH, el dirigente de EA Rafa Larreina subrayó que los derechos reclamados son "inalienables" y definió su negación como una "oscura operación de caza de brujas y macarthysmo" tras la que situó al Gobierno vasco. Durante una rueda de prensa en Bilbao, advirtió de que la defensa de las libertades básicas es "más importante que nunca" y animó a la sociedad vasca a que se movilice por ellas. Así, y aunque no concretó, si garantizó que se celebraría una marcha. Después lo ratificó Intxaurraga.

Horas antes, Aralar ya había planteado la organización "urgente" de una marcha alternativa si finalmente se consumaba la prohibición. A la convocatoria original se habían adherido también Alternatiba, AB, Lokarri, ELA y LAB, entre otros.

Rafa Larreina, en el centro, ejerce como portavoz ante decenas de integrantes de Adierazi EH.
Rafa Larreina, en el centro, ejerce como portavoz ante decenas de integrantes de Adierazi EH.SANTOS CIRILO

El precedente de enero

No es la primera vez que el bloque soberanista contempla su unión para burlar una prohibición de la Audiencia Nacional. Ya ocurrió en enero, cuando Aralar, EA, la izquierda

abertzale,

AB y Alternatiba convocaron en Bilbao una manifestación en favor de los presos vascos tras la desautorización de la marcha organizada previamente por el colectivo de familiares de los reclusos etarras, Etxerat. Miles de personas recorrieron en aquella ocasión la capital vizcaína.

El acto original de mañana, a priori, parecía más aséptico, al estar convocado bajo el lema

Todos los derechos para todas las personas en toda Euskal Herria.

La marcha tenía previsto su inicio a las 17.30 desde la plaza Aita Donostia. La alternativa registrada por Intxaurraga, pendiente aún de recibir el visto bueno legal, tiene previsto adelantar media hora su comienzo.

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