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Cita clave con las urnas en Cataluña

Montilla asegura que el 28-N se decide el futuro de una generación

El presidente catalán pide que no se encienda "la hoguera de las identidades"

Àngels Piñol

El 28 de noviembre, coincidiendo con el fin de semana del Barça-Madrid, los catalanes están llamados a las urnas en una de las elecciones más "trascendentales" de su historia, en las que está en juego "el futuro" de una generación. Con esas solemnes palabras, José Montilla, presidente de la Generalitat, deshojó la margarita y anunció, a través de una declaración, que la cita electoral será finalmente el próximo 28 de noviembre. La fecha cuadra con sus objetivos: agotar al máximo la legislatura para revestirla de normalidad (el límite era el 15 de diciembre) y cumplir con su compromiso de que la visita del Papa a Barcelona (7 de noviembre) quedara fuera de la estricta campaña electoral.

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El presidente catalán cumplió el guión previsto: apurar el mandato para ganar tiempo. Los sondeos vaticinan un severo retroceso para el PSC y sitúan a CiU un 11% por arriba en intención directa de voto. La sentencia sobre el Estatuto sacó medio millón de personas a la calle y ha sembrado la precampaña de un encendido debate sobre el futuro de Cataluña. Y la realidad es que el PSC se está quedando solo en la defensa del Estatuto: CiU, que se perfila como ganadora, quiere lograr en la próxima legislatura un concierto económico como el del País Vasco. Esquerra (ERC) pretende un referéndum independentista como condición para pactar el futuro Gobierno. En el otro extremo, el PP clama contra el debate identitario y pone al PSC junto a los soberanistas. Montilla es consciente de que la campaña puede "encender la hoguera de las identidades" entre españolistas y soberanistas, según dijo por la tarde en Santa Coloma.

Por la mañana, Montilla presidió la reunión semanal de su Gobierno. A las 12.30 salió a leer, en catalán, el idioma que utiliza normalmente, una declaración en la que convocó las elecciones definiéndolas como una de las más "trascendentes" de la historia reciente de Cataluña. Y recordó el paisaje que los envuelve: la crisis, profundos cambios sociales, descrédito de la política, la reciente sentencia del Estatuto y "en medio de no pocas tensiones políticas en las relaciones entre Cataluña y el resto de España".

El discurso lo coronó con una doble petición: pidió a los partidos que respeten los "principios irrenunciables" del "juego limpio" e "ideas clarificadoras". Y, a los ciudadanos, que sean conscientes del momento que les toca vivir. "Con vuestro voto, decidiréis mucho más que una mayoría, un presidente o un programa de gobierno. Decidiremos qué camino debe seguir Cataluña, no en una legislatura sino seguramente en toda una generación. Pido a los ciudadanos que se informen bien, que piensen en la consecuencia de su voto y decidan en libertad", dijo, repitiendo curiosamente este mismo fragmento en castellano, algo que nunca hace, seguramente porque es una idea abierta a mil interpretaciones.

Pese a la dureza de los sondeos, el PSC intenta rearmarse y no tirará la toalla antes de tiempo, se apunta desde la cúpula del PSC. Al fichaje del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que ya se ha paseado estos días por l'Hospitalet, el jefe de campaña del PSC anunció anteayer que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, estará en la Fiesta de la Rosa, la cita anual de los socialistas catalanes.

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Montilla quiere arrancar del Gobierno un compromiso de recuperación del Estatuto amputado por la sentencia del Constitucional. Tiene tiempo para hacerlo, porque no firmará la convocatoria electoral hasta el 4 de octubre. "Trabajaremos hasta el último momento. Nuestra agenda política no está cerrada, aún", señaló. El Parlamento catalán, en obras, celebrará un último pleno antes de ser disuelto. Lejos de la extravagancia de Jordi Pujol, que convocó en 1999 elecciones desde la cima del Aneto, el único guiño de Montilla ha sido elegir el 28 de noviembre, la fecha del cuarto aniversario de su mandato.

El presidente de la Generalitat, José Montilla, durante el anuncio de las elecciones.
El presidente de la Generalitat, José Montilla, durante el anuncio de las elecciones.MASSIMILIANO MINOCRI

Los hitos de la legislatura de Montilla

- Escándalo policial. Abril de 2007. Trasciende el escándalo de malos tratos de los Mossos d'Esquadra a detenidos. La Generalitat instala cámaras en las comisarías, lo que desata críticas de la oposición y de los sindicatos policiales.

- La sequía arrecia. Marzo de 2008. La situación es crítica en Cataluña: no llueve desde hace meses y se prevén restricciones en otoño. El Gobierno prohíbe regar o llenar piscinas y decide que lleguen barcos con agua dulce a Barcelona. Se estudia la posibilidad de traer agua del Ebro. En abril empiezan las lluvias y el fantasma de las restricciones se desvanece.

- Consenso en educación. Junio de 2009. El tripartito y CiU consensúan la primera Ley de Educación de Cataluña, aunque ICV se desmarca de algunos puntos. El 80% de respaldo en la Cámara garantiza, según los partidos, que la ley será duradera, a diferencia de lo que ocurre en España.

- Traspaso de Cercanías. Julio de 2009. Tras una larga disputa, Gobierno y Generalitat acuerdan que esta última asuma la gestión de los trenes de Cercanías, uno de los traspasos previstos en el Estatut de 2006. No hay acuerdo, sin embargo, sobre la participación catalana en la gestión de El Prat.

- El peor incendio. Julio de 2009. Cinco bomberos mueren en el incendio de Horta de Sant Joan. Una comisión investiga, meses después, si hubo descoordinación en la gestión del fuego. La comisión concluye que no hubo negligencia y acaba sin ninguna dimisión.

- Pacto de financiación. Julio de 2009. El Gobierno catalán da el sí definitivo al nuevo modelo de financiación autonómica, que dará a Cataluña 3.855 millones en 2012. CiU considera que es insuficiente y lo rechaza.

- Medidas anticrisis. Marzo de 2010. Montilla consensúa una hoja de ruta con los sindicatos y la patronal. Se trata de una treintena de medidas para salir de la crisis; entre otras, facilitar el acceso al crédito de las pymes y adelgazar la Administración. En mayo, Montilla aprueba medidas de austeridad para recortar 1.600 millones el déficit público.

- Sentencia del 'Estatut'. Junio de 2010. El Tribunal Constitucional aprueba por seis votos a cuatro la sentencia sobre el Estatuto catalán, que avala la constitucionalidad de la mayoría de los artículos impugnados por el PP, aunque recorta partes sustanciales del texto. La sentencia desata la indignación del Gobierno catalán, que la interpreta como una falta de respeto a la opinión mayoritaria de los catalanes. El 10 de julio, miles de personas salen a la calle en Barcelona a favor del Estatut.

- Veto a las corridas. El Parlamento catalán aprueba, en una histórica votación y por un ajustado margen, la abolición de las corridas de toros a partir de 2012. CiU y PSC dieron libertad de voto a sus diputados. Los partidos, sin embargo, se decantan -excepto ICV- por blindar los correbous, los festejos taurinos tradicionales del sur de Cataluña.

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