"Habrá que pegarse"
España espera al mejor Marc en un duelo muy duro con el volcánico Krstic
Pau Gasol volvió ayer a la concentración de la selección española. De visita, claro. El pívot de los Lakers llegó a Estambul a las cuatro de la madrugada y a las diez ya estaba desayunando. Tenía dos reservas en dos hoteles diferentes. A elegir. A mitad de mañana asomó su imponente figura por el hotel de España, el mismo que el de Serbia. Y saludó a su gran amigo Navarro y a su hermano Marc. Hoy le espera un acto publicitario y el partido de cuartos de la selección como comentarista.
No ha dejado Pau de estar con España porque no ha pasado un día sin que aparezca su nombre en boca de jugadores rivales, entrenadores o periodistas. La cantinela de su baja no para y llega sobre todo a los oídos de Marc, convertido ahora en referente de este equipo a los 25 años, por primera vez sin la sombra de Pau en una gran competición, obligado a dar un paso al frente tanto en la cancha como en el vestuario, ausente además Calderón.
España se ha echado en brazos de Marc tanto como en los de Navarro y Rudy, los tres líderes con el balón. Pero todavía espera la mejor versión del pívot de los Grizzlies. Aunque es el máximo anotador del equipo, el segundo mejor reboteador y uno de los punteros del Mundial en tapones (13), la selección anhela una gran actuación de Marc en un partido de altos vuelos. Sus dos apariciones más destacadas fueron ante Líbano y Nueva Zelanda, dos equipos de tercera, y ante Grecia en octavos apenas sumó cuatro puntos y en los rebotes mandaron Vázquez y Reyes.
El duelo de Serbia parece hecho a su medida porque enfrente tendrá al combativo Nenad Krstic, el pívot de Oklahoma que se perdió los tres primeros partidos del Mundial por sanción tras estampar una silla al griego Bourousis en un amistoso antes del torneo. El recuerdo de la agresión ha encendido más si cabe el encuentro de hoy. Scariolo pidió una sanción ejemplar. "Pudo matar a un compañero. Eso no se hace en una cancha", dijo ayer. Krstic replicó que las quejas del entrenador italiano le motivan aún más. Y Marc se apuntó a la pelea: "Habrá que pegarse con él".
"A Marc le conozco. Ya me he enfrentado con él y es fantástico. Será un gran duelo", dijo Krstic. Se refería el pívot serbio a los dos enfrentamientos de la temporada pasada en la NBA entre Memphis y Oklahoma, un triunfo para cada equipo con actuaciones dispares de los dos: la mejor individual fue la del español con 15 puntos y 13 rebotes.
"Serbia no tiene miedo a nadie. Su juego se centra mucho en Krstic, que puede encararte, tirar, juega fuerte y sabe pasar. A pegarse", resumió Marc. Hasta ahora, en el Mundial, Krstic anota y rebotea más que el español.
Hace cuatro años, en el Mundial de 2006, Marc era un recién llegado que entró a última hora por la baja de Fran Vázquez y, tras ganar el puesto a Trías y Hernández-Sonseca. Su progresión fue tal que en la final ante Grecia jugó 17 minutos y sumó siete rebotes. Ahora es titular indiscutible. "Es nuestro referente en la pintura", razona Scariolo; "es un buen pasador, puede crear canastas fáciles para sus compañeros e impone su poderío". "En los grandes partidos aparece", asume Krstic. Hoy es uno de ellos.
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