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Las consecuencias del comunicado de la banda

Otro parón de ETA tras 828 asesinatos

La banda terrorista ha abandonado temporalmente sus acciones armadas en 11 ocasiones

ETA ha decidido dejar de matar, cesar en sus "acciones armadas ofensivas", sin decir por cuánto tiempo ni en qué condiciones. Tampoco explica qué pasará con sus extorsiones a empresarios vascos mediante el envío de cartas exigiendo el pago de dinero para garantizarles que no les pasará nada.

Es la undécima vez que ETA decide parar en sus 42 años de historia criminal; en las 10 ocasiones anteriores no sirvió para su desaparición. La banda volvió siempre a las armas y a perpetrar atentados como método de lucha por la independencia de Euskadi.

Los criminales de ETA han asesinado a 828 personas en España y han herido a varios miles desde 1968. La mayoría de las muertes a manos de etarras se produjeron entre los años 1978 y 1992 (634).

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El cese de las acciones armadas de 1999, con el Gobierno de José María Aznar, dio paso a un nuevo periodo de actividad criminal, con 23 asesinatos al año siguiente. El fin de la violencia que anunciaron en 2006 venía precedido de dos años sin asesinatos. Tras romper su compromiso y hasta hoy, mataron a 11 personas.

En los últimos tiempos, la organización ha mostrado una debilidad insólita. Las fuerzas antiterroristas han desarticulado en varias ocasiones durante los dos últimos años a las cúpulas de la banda y han detenido a sus principales jefes militares.

El último alto el fuego de ETA, entre marzo y diciembre de 2006, dio lugar a unas conversaciones con enviados del Gobierno socialista y finalizó de manera abrupta con un atentado mortal en Madrid. Sirvió al PP para hablar de una "tregua-trampa" y del rearme de la organización.

Sin embargo, la banda no parece más fuerte después de haber roto su compromiso de poner fin a la violencia. Todo lo contrario, ha sufrido golpes policiales a su cúpula y ha mostrado una debilidad extrema.

Su actividad criminal desde la colocación de la bomba que mató a dos ecuatorianos en el aparcamiento de la nueva terminal de Barajas se ha llevado por delante a otras 10 personas (nueve de ellas en España) a lo largo de cuatro años.

"Romper la tregua ha acelerado el fin de ETA", declaró hace varios años el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que repite esta idea desde entonces en todos los foros en los que se habla de la estrategia antiterrorista.

Aunque nadie quiere mostrar su esperanza ante el desenlace final de este nuevo episodio, algunos expertos creen que el alto el fuego que declaró ayer ETA de manera unilateral puede ser "el principio del fin".

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