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Reportaje:Abierto de Estados Unidos

La carrera hacia Londres

Verdasco, Ferrer y Almagro luchan por clasificarse para la Copa de Maestros

En medio de la ventosa noche, tres bombas inesperadas. La primera llega a 215 kilómetros por hora. La segunda aterriza convertida en lluvia de servicios a una media de 196. Y la tercera, carga mayor en un partido para músculos pétreos, se resume en los radares de la pista con dígitos llameantes: Rafael Nadal pasó a la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos al vencer por 6-2, 7-6 y 7-5 al uzbeko Istomin, que sufrió un generoso puñado de saques a 209 kilómetros por hora y luego vio cómo el número uno del tenis mundial explicaba ese prodigio. "Hace cinco o seis días que cambié un poco el grip [la forma de agarrar la raqueta] porque sentí que, cuando jugaba contra el viento, no lograba puntos gratis. Intento jugar más agresivo y está funcionando", dijo Nadal, que solo una vez, allá por 2006 y en la rapidísima pista cubierta de Marsella, había sacado más rápido: a 216 kilómetros por hora.

"Debe responder a la exigencia mental", dicen de Verdasco sus técnicos
"Me juego mucho. Me hace ilusión volver arriba", confiesa Ferrer
"Voy a agarrarme con todas las fuerzas a mis posibilidades", advierte Almagro
Nadal, ganador de Istomin, llega a sacar a 209 kilómetros por hora
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"La posición de la mano es diferente, la que creo que debería tener siempre, del tipo del saque de Wimbledon, porque así le es más fácil el movimiento", explica Toni Nadal, su tío y entrenador, mientras se refugia del viento que sacude el Corona Park; "es más abierta y, cuando le pega al saque, la muñeca tiene menos juego. De lo contrario, con una pelota pesada, se le gira más la mano y toca muchas más bolas mal".

Nadal juega hoy frente al francés Simon. Compartirá miradas con tres amigos que afrontan partidos peliagudos y altos objetivos, que buscan los octavos de final, en los que ya está Albert Montañés (6-2, 2-1 y retirada del japonés Nishikori).

Uno habla a través de sus camisetas: Ínflate, anímate, se lee en la de Nicolás Almagro, que juega contra el estadounidense Querrey. Otro se expresa con gestos: tres golpes brutales contra el cemento tras su victoria de la primera ronda. Es Fernando Verdasco, que se enfrenta al argentino Nalbandian. Y el tercero, competidor eficaz, se pronuncia con prudencia. Es David Ferrer, que se cruza con Daniel Gimeno. Un trío en la misma pelea. Tres jugadores que compiten sabiendo que cada partido suma en su doble objetivo: consolidarse entre los diez primeros del ranking (ya están Verdasco, el ocho, y virtualmente Ferrer) y lograr plaza entre los ocho mejores del año, que jugarán la Copa de Maestros en Londres. Esa lucha es en Nueva York a dentelladas: el madrileño, octavo, marca el corte; el alicantino, noveno, está al acecho, y el murciano, undécimo, aún tiene margen.

Todo cambia en poco tiempo. "Queréis un titular? Ni tengo la mentalidad ni aguanto la presión para ser el de 2007 [fue el cuatro]", dijo Ferrer tras caer en Roland Garros. A la vuelta de tres meses, el planteamiento es otro: "Antes del Abierto", cuenta, "paré tres semanas porque en los últimos años había llegado cansado, con desgaste, sin ganas". "En las que vienen me juego mucho. Me hace ilusión volver arriba".

Del mismo modo, el calendario ha cambiado la actitud de Verdasco, imperial en la primavera. "Intento recuperar el nivel que tuve en la tierra", analiza. "Hay que ordenarle", dicen sus técnicos; "es capaz de remontar el vuelo. Debe responder a la exigencia mental. Físicamente, está muy bien".

Almagro, que intenta superar un virus estomacal, también ha dado un cambio: "El top 10 y Londres son una motivación que no tiene presente en cada momento, aunque es consciente de que, según los números, está para ir", dice José Perlas, su entrenador; "tiene el nivel para hacerlo. Está más en sus manos que en algo que él no pueda controlar". Completa el buen murciano: "Siempre hay que superar pruebas. Me agarraré con todas las fuerzas a mis posibilidades. Tengo otra batalla para intentar ganar la guerra".

La batalla es con Querrey, tremendo. La guerra, con todos. Tres españoles luchan para que su nombre brille. El de Nadal ya lo hace: hoy juega contra Simon y con un nuevo saque.

RESULTADOS: Hombres: Tercera ronda: R. Soderling (Sue.)-T. Bakker (Hol.): 6-3, 6-3 y 6-3.

David Ferrer, al servicio.
David Ferrer, al servicio.EFE

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