Cospedal y Barreda se apuñalan sin freno

El tono fue comedido. Mientras ella le decía "tiene usted unos años más que yo, pero los lleva usted muy bien, tengo que decirlo", él contestaba: "es totalmente legítimo que quiera relevarme en el Gobierno". Pero el fondo del debate del estado la región en Castilla-La Mancha, el último antes de unas elecciones a cara de perro entre el socialista José Maria Barreda y la popular Dolores de Cospedal, fue durísimo. Acusaciones de nepotismo, de corrupción, y golpes bajos de todo tipo hasta con los fallecidos en el incendio de Guadalajara.

Arrancó Cospedal, que en su réplica acusó a Barreda de estar favoreciendo a empresarios amigos con subvenciones, de cambiar la ley electoral a su antojo, de utilizar la televisión pública regional "a su servicio personal y político".

El líder del PP acudió al pleno sobre la situación de Castilla-La Mancha

La cosa fue subiendo de tono, hasta que la secretaria general del PP trató de ironizar. "Ahora saldrá el portavoz socialista y me criticará que en mi boda no usé vino de la región". Pero enseguida entró al trapo y lanzó la misma pulla para el otro lado. "Pues no es verdad. Es en los actos de sus consejerías donde se bebe vino de fuera. Pero bueno, eso son cotilleos y tonterías".

Barreda también atacó duro, siempre con una línea general: Cospedal, como secretaria general del PP, no puede hacer propuestas para Castilla-La Mancha que su partido no defiende ni aplica en el resto de España. La principal, la propuesta estrella ayer de Cospedal, la privatización de la televisión regional "que en cinco años ha costado 500 millones de euros". Barreda le recordó que las televisiones más deficitarias son la valenciana y la madrileña, que el PP no ha privatizado.

Y la cosa fue a más. Barreda trató de acorralar a Cospedal con su flanco débil, el asunto del agua. Aseguró que propondrá una ley de defensa del agua en Castilla-La Mancha para llevar al Congreso y forzar a Cospedal a retratarse, como sucedió con el Estatuto, que fue retirado después de que el PP votara en contra de lo que Cospedal había aprobado en las Cortes regionales.

Cuando aparecieron los fallecidos en Guadalajara, Barreda se indignó. "No le tolero que utilice a las víctimas". Cospedal lo negó.

Mariano Rajoy interrumpió la reunión de su cúpula en el Parador de Toledo -que Cospedal se perdió casi entera por el debate- para seguir el discurso de su secretaria general. Y hasta eso generó polémica. "Rajoy viene aquí tan poco como usted. Esto es una prueba de que es muy difícil compatibilizar los dos cargos", le dijo Barreda. "Yo estoy encantada de que venga Rajoy, no sé si usted tiene tantas ganas de que venga Zapatero", contestó ella. El cruce fue a peor, y mientras Barreda sacó el caso Gürtel y los negocios del marido de Cospedal mientras era miembro de la cúpula de CCM, la jefa de la oposición regional le acusó de ayudar a empresario amigos en el aeropuerto de Ciudad Real y de querer ocultar corrupciones en Seseña. Todo en un ambiente de gran tensión política ya que, nadie lo oculta, ésta será la batalla clave de PP y PSOE en las autonómicas de 2011. Y el resultado no está escrito.