Los incendios se disparan en Ourense y desbordan a la Xunta
Un fuego sin control en Laza ha arrasado ya casi 1.000 hectáreas
Fuego por los cuatro costados. Ourense vivió ayer la peor jornada incendiaria en lo que va de verano en Galicia. Los medios de la Xunta resultaron insuficientes para atender a todos los focos y tuvo que reclamar ayuda al Gobierno central, que envió a la provincia 20 aviones y otros medios aéreos, una tercera parte de la flota del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. La situación obligó también a recurrir de nuevo al Ejército: la Unidad Militar de Emergencias (UME), con base en León, desplazó a 55 efectivos y 34 vehículos para colaborar en la extinción del fuego de Laza que, tras dos días fuera de control, es ya el incendio más devastador del verano. Los medios aéreos enviados por el Gobierno central llegaron desde diversas bases de toda España, como Zaragoza, Torrejón, Jaén, Zamora, Soria o Toledo.
Las llamas devastan el gran piñeiral junto al santuario de Os Milagros
La Consellería de Medio Rural informó a mediodía, en una estimación provisional, que las llamas habían arrasado ya, en el incendio iniciado el domingo en Laza, en torno a 900 hectáreas de monte -los servicios de extinción calculaban a última hora que la cifra podría acercarse incluso a las 2.000- en pleno corazón del Macizo Central, declarado Lugar de Interés Comunitario. Las llamas seguían a las puertas del Parque Natural do Invernadoiro, donde se centraban los esfuerzos para abrir cortafuegos y preservar esa zona de gran valor ecológico. En Laza se concentraban también los efectivos de la UME para intentar poner freno a la carrera de las llamas, que comenzaron en el pueblo de Camba y pasaron por Edreira y una pista forestal ecológica hasta llegar al municipio de Manzaneda. Al tiempo se iniciaba otro fuego de importantes proporciones en el gran piñeiral de Os Milagros, en Baños de Molgas, en una zona próxima al popular santuario. En este caso, las llamas dibujaban un arco sobre las copas de los árboles y las chispas se disparaban como fuegos de artificio abriendo nuevos focos por doquier. Más de un centenar de brigadistas, 10 helicópteros, 11 aviones, nueve agentes forestales, siete autobombas y tres palas convirtieron la zona en un auténtico campo de batalla contra el fuego.
Las llamas obligaron además a emplerase a fondo a los equipos de extinción en al menos media docena más de puntos diseminados por la provincia. Se registraron fuegos en Baños de Molgas, Vilariño de Conso, Monterrei (controlado a última hora de la tarde), Xunqueira de Ambía, Vilar de Barrio, Montederramo y Chandrexa de Queixa. En este último caso, a mediodía de ayer, Medio Rural daba por calcinadas en torno a 100 hectáreas y los servicios de extinción temían que este fuego se uniera con el procedente de Laza, una vez que este, a media tarde, había alcanzado ya Manzaneda. El foco de Vilar de Barrio obligó a cortar durante tres horas la vía férrea que comunica Galicia con la Meseta.
También a media tarde, en Baños de Molgas, el fuego se había adentrado en los núcleos urbanos de Guamil y Poedo, donde la colaboración de vecinos y brigadistas permitió que las viviendas se mantuviesen a salvo.
La mejor noticia de la jornada fue que quedó controlado el incendio que desde el pasado domingo arrasó en torno a 130 hectáreas, según las estimaciones de Medio Rural, incluido un pinar de 70 años de la mancomunidad de propietarios, en la parroquia de Fradelo, en Viana do Bolo.
Mientras, el conductor de una autobomba que en la noche del lunes trabajaba en el incendio de Portoamieiro (Vilamarín) fue ingresado en el Complexo Hospitalario Ourensano con tres costillas rotas al sufrir un accidente cuando se dirigía a extinguir un fuego. El herido, que responde a las iniciales G.B.M, volcó con su camioneta. Además en Mourente (Pontevedra), la policía autonómica detuvo a S.P.V., vecino de lugar de Pazo, acusado de provocar un fuego el pasado 25 de agosto.
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