Flores carga contra los maquinistas de FGV en Alicante por el conflicto abierto

El conflicto laboral abierto entre los maquinistas del tranvía de Alicante y Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) por la organización del trabajo está en un momento delicado. El consejero de Infraestructuras y Transporte, Mario Flores, cargó ayer contra el colectivo en huelga, subrayó las buenas condiciones laborales de que disfrutan y terminó advirtiendo de que con las huelgas lo único que se logra es dar peor servicio y conseguir que el público "pida a gritos" la privatización.

Flores, que analizó en Alicante los recortes presupuestarios del Ministerio de Fomento, aseguró que no se sentará con los maquinistas mientras éstos mantengan las medidas de presión. Mientras, los maquinistas, que reclaman más personal sobre todo para la línea 4, han convocado paros durante los fines de semana de agosto y prevén realizar huelga en septiembre en los días laborables de no producirse un acuerdo con FGV.

Flores esgrimió que la plantilla del tranvía de Alicante ha crecido de 150 a 380 empleados desde el año 2000 y la de maquinistas de 29 a 125. El colectivo, agregó, ha reducido su jornada laboral anual en 133 horas mientras que sus salarios han crecido un 44%. "Estos señores deberían estar pegando saltos de alegría por trabajar aquí", resumió visiblemente molesto. Y añadió que la Consejería de Sanidad inspeccionará el aumento de las bajas laborales en el colectivo (que ha crecido más de un 100% desde que arrancó el conflicto).

Por otro lado, volvió a solicitar una reunión con el ministro de Fomento, José Blanco, para hablar de los recortes presupuestarios previstos. El consejero de Infraestructuras lamentó que las ocho obras rescatadas por Fomento a última hora son las de menor costo y en un 90% de los casos afectan a ayuntamientos gobernados por los socialistas, como Elche o Gandia.

Flores también advirtió de que la inclusión de una contratación con financiación público-privada en el tramo del AVE a su paso por La Encina es "peligrosa" porque podría retrasar la llegada de la alta velocidad a Alicante, prevista para 2012. Sí apoyó, en cambio, que se haya recurrido a esta fórmula de financiación en el acceso a L'Altet.