La historia a flote
Una regata reúne desde galeones y dornas a viejos barcos de la Armada o un veterano de las campañas de Greenpeace
En O Grove aún se recuerda a los viejos galeones dedicados al cabotaje hasta Cambados, cargando barro en la ensenada de A Toxa para la fabricación de tejas, y transportando madera para los aserraderos de la costa. Las primeras cámaras fotográficas inmortalizaron también a marineros que se afanaban pescando en dornas, embarcaciones humildes que poblaron el mar de Arousa desde que los vikingos las trajeran a estas aguas con la intención de acceder por la puerta del Ulla hasta los tesoros de Compostela. Son retazos de una historia que se hundiría en el olvido sin el esfuerzo de quienes luchan por mantenerla a flote. Gracias a unos armadores que no regatean recursos para su conservación, dornas y galeones aún regatean por la ría. Ayer pudieron verse desde la playa de A Lanzada y los arenales vecinos en una singladura de competición que se enmarcaba en el programa de la III Concentración de Barcos Clásicos organizada por el Club Náutico de San Vicente.
La de O Grove es la única competición en Galicia de este tipo de naves
Hay joyas como el 'Evangelina', que fue construido en 1912 en O Freixo
La edición de este año fue la primera en la que se incluía específicamente una categoría para estos Barcos Tradicionales de Trabajo. Competían también embarcaciones, en las modalidades de Clásicos, los botados antes de 1945; de Época, hasta 1973, y Nueva tradición, los construidos después de 1973 siguiendo diseños antiguos. Frente a la gran tradición que existe en lugares como Cataluña e Italia, la de O Grove es la única competición de naves clásicas en la costa gallega.
A la cita no faltaron joyas de la navegación como el balandro Evangelina, construido en O Freixo (Serra de Outes) en 1912 y con amarre desde el 2007 en el Náutico de Rianxo; los veleros Aguete, de la Armada Española con base en la Escuela Naval de Marín, y Zorba, diseñado por Lauren Gills en madera de caoba a principios de los setenta, que en otra época sirvió a Greenpeace para sus campañas en el Mediterráneo, pero que desde hace ya un tiempo se dedica al chárter náutico en O Grove; el Miña miniña, un Tayana 37 de Fabián Garrido, o el Cassandra, de los hemanos Pazó de Portonovo, un modelo Hilliard 12 toneladas de los años cincuenta, entre otros.
Al lado de estos clásicos, flotaban sin complejos humildes dornas y galeones de O Grove, Combarro, A Illa de Arousa, Cambados y Vilanova. Se veía aún en buena forma el galeón Nuevo Sofía, construido en 1946 para el transporte de mercancías y destinado a auxiliar de mejilloneras hasta que dejó las labores proletarias para ser recuperado en su forma original. Con menos años encima, pero custodiando una larga tradición, la Dorna Meca, la primera de esta tipología recreada en 1995 a través de fotografías antiguas; la Dorna Sara, botada en el 2009; y uno de los dos galeones propiedad del Náutico de Sanxenxo, botados en 2003.
En Galicia quedan 25 carpinterías de ribera, agrupadas mayoritariamente en Agalcari (Asociación Galega de Carpintería de Ribeira). En ella se apuesta no sólo por el mantenimiento de la tradición de los barcos de madera, sino por el regreso a la vocación productiva y comercial de estas naves. Se reclama también una catalogación de las que quedan en las rías, a fin de poder documentar la historia de cada una.
En la recuperación de embarcaciones tradicionales destaca el trabajo del astillero Hijos de J. Garrido, el más antiguo en funcionamiento en la costa gallega, que lleva dedicándose al oficio en O Grove desde 1850. Este astillero, del que salieron las dornas Meca y Sara y los dos galeones encargo del Náutico de Sanxenxo, participó también en el proyecto de la Dorna Irmandiña, que a finales del verano de 2004 puso proa a América con el reto de surcar el Atlántico.
En los últimos años, empiezan a alzarse voces en las Rías Baixas en defensa de las antiguas embarcaciones. El Náutico de San Vicente pretende, con iniciativas como la concentración celebrada ayer, brindar un homenaje a quienes sacrifican tiempo y dinero para mantener vivos estos barcos. Pero es sólo una de las actividades organizadas alrededor de estas reliquias. En Bueu, se celebró también este fin de semana el XIV Encontro de Embarcacións Tradicionais, organizado por la Asociación Os Galos. La semana pasada, fueron el Clube Mariño A Reiboa y el Concello de Poio los encargados de organizar en Combarro la XV Concentración de Embarcacións Tradicionais. Y en A Illa de Arousa, la Asociación Cultural Dorna, pionera en la recuperación de estos barcos históricos, tiene en funcionamiento desde el 2001 una escuela de navegación tradicional con base en la playa de Bao, que se ha convertido en foro de encuentro para amantes de la dorna procedentes de toda Galicia.
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