El consumo de las familias da un empujón transitorio a la economía
El gasto aumenta en el segundo trimestre por primera vez en dos años - La subida del IVA, el fin de ayudas y el ajuste fiscal lastrarán el PIB
Con muchas dificultades y al ralentí, la economía española ha vuelto a ponerse en marcha durante la primera mitad del año. Y lo ha hecho, sobre todo entre abril y junio, gracias a su principal motor: el consumo de las familias que en el segundo trimestre del año ha crecido por primera vez desde el mismo periodo de 2008, justo cuando comenzó la recesión. La gasolina para ese motor la han puesto las ayudas a la compra de vehículos y la subida del IVA. Pero los dos combustibles se han agotado ya: el primero en mayo y el segundo en julio. Con lo que la recuperación corre, en el mejor de los casos, el riesgo de estancarse.
Los detalles de la contabilidad nacional muestran que el gasto de los hogares españoles y, en menor medida, la inversión en bienes de equipo han sido cruciales para que el Producto Interior Bruto (PIB) avanzara un 0,2% en el segundo trimestre respecto del primero, según publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se confirmaba así lo adelantado hace un par de semanas. En cambio, el INE mejoró el dato interanual al concluir que la economía española ha retrocedido un 0,1% respecto a 2009, y no un 0,2%, como había anticipado.
En un año se han destruido casi medio millón de empleos
El sector de la construcción cae el 11,4% y parece no tocar fondo
El INE revisa la caída anual del PIB y la sitúa en el 0,1%, una décima menos
El aumento de las importaciones pesa en el saldo del sector exterior
Como ya había advertido el INE, la rectificación se debe a la revisión de la serie del PIB publicada el miércoles en la que se mostraba que la economía española había caído más en 2009 de lo calculado en principio. Es decir, la mejora llega como consecuencia de un simple efecto estadístico. No obstante, con revisión o sin ella, la economía española aún muestra una anemia considerable si se la compara con sus vecinos europeos, especialmente con Alemania, que ha crecido un 3,7% en el último año.
El juego de números y cifras no ha escondido la sorpresa que provoca la mejora del consumo de los hogares y, con él, la de la demanda interna que solo ha restado medio punto a la marcha de la economía, frente al 2,8% que quitó en 2009. El gasto de las familias (más de la mitad del PIB español) ha crecido en un año un 2%. "Sin el adelanto de compras por la subida del IVA en julio y el final de las ayudas de los automóviles, el aumento hubiera sido más moderado", explica Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona. Esta afirmación se sustenta bajando a los detalles. En ellos se ve cómo el consumo que más aumentó fue el de bienes duraderos, aquellos de mayor precio y en los que el ahorro aumenta si el IVA es más bajo.
Las dos causas a las que recurre Oliver han desaparecido en la segunda mitad del año. Y, además, es a partir de julio cuando han comenzado a notarse los efectos del ajuste fiscal. Por ejemplo, el recorte del salario de los funcionarios se aplicó en las nóminas que los trabajadores públicos cobraron en julio. Esto lleva a Sara Baliña, de Analistas Financieros Internacionales, a hablar de estancamiento para lo que queda de 2010. No se atreve a hablar de una vuelta a la recesión, pero no descarta que se vuelvan a dar nuevos trimestres de contracción económica.
La recuperación del gasto de las familias ha compensado el peor comportamiento del sector exterior. Su aportación al PIB ha subido un 0,4%, frente al 1,5% de 2009. Durante los peores momentos de la crisis, cuando se hundió el consumo interno, la inversión industrial y la construcción, las exportaciones evitaron un desplome aún mayor de la economía española. Pero como si fuera la pescadilla que se muerde la cola, la revitalización del consumo interno conlleva el aumento de las importaciones. Por tanto, el saldo final acaba por perjudicar a la suma final de la economía, a pesar de que las exportaciones siguen una senda ascendente.
Oliver encuentra en este punto precisamente el clavo al que España debe agarrarse para consolidar su recuperación económica. Y ahí subraya el espectacular crecimiento de Alemania en la primera mitad del año y el buen comportamiento de Francia, países a los que se dirige entre el 35% y el 40% de las exportaciones españolas.
A apuntalar las ventas en el extranjero pueden contribuir otros datos emanados de la contabilidad nacional. La destrucción de empleo (450.000 puestos de trabajo a jornada completa durante un año) se traduce en un menor gasto salarial (medido en coste laboral unitario por el INE) y acaba por provocar un aumento de la competitividad de las empresas. También el aumento de la inversión en bienes de equipo (8,7%).
Desde luego, por la vía por la que no va a llegar la recuperación de la economía española es la construcción. Este sector ha seguido cayendo a buen ritmo en los últimos 12 meses (-11,4%). Tal vez el desplome de la vivienda esté tocando a su fin, pero la llegada del ajuste presupuestario se traducirá en una bajada de la inversión en infraestructuras. El sector en su conjunto todavía no ve el momento en que llegará el rebote.
Conocidos los datos, el Ministerio de Economía destacó la "normalización" que suponían tras las fuertes caídas del año anterior. El PP, por su parte, obvió los números para afirmar que España sigue en recesión. No lo hizo al decir que se sigue destruyendo empleo. Por lo que respecta a los sindicatos, tanto UGT como CC OO recordaron en sendos comunicados que las medidas de ajuste del Gobierno son un obstáculo para consolidar la recuperación económica a corto plazo.
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