FP, universidad y... ¿selectividad?

Sigo con atención el debate originado a raíz de la aplicación de los cambios en las condiciones de acceso a la universidad y sus consecuencias. El debate debería circunscribirse a cuál debe ser el sistema adecuado para garantizar los principios rectores de acceso a la universidad y me parece poco serio poner la selectividad como garantía de ello.

La selectividad per se no garantiza el éxito de elección y madurez del examinado y es aceptada como mal menor para poner remedio a un desajuste entre la demanda y oferta de plazas. Y de este embrollo quien parece que se va a llevar la peor parte va a ser la FP. No obstante, de llevarse a cabo, debería plantearse en términos distintos a los del Bachillerato y garantizar dos condiciones: contar con la opinión y participación de los profesionales de la FP en lo que respecta a su diseño y contenido, y definirla con suficiente antelación.

Finalmente, no quiero dejar de tratar dos aspectos que también interfieren en el conflicto: la necesidad de revisar las correspondencias entre títulos de FP y estudios universitarios y el sistema de convalidación de créditos, que a falta de criterios de homogeneidad, induce a los estudiantes a entenderla desde una óptica de "mercadotecnia universitaria".

En cualquier caso, será el ejercicio del derecho fundamental de progresar en lo académico y profesional, junto a unas aspiraciones legítimas, los que den como resultado una sociedad con los mejores profesionales salidos de las universidades, sea cuál fuere su origen académico.