La ONG prepara otra expedición de ayuda pese a las críticas

Con Albert Vilalta y Roque Pascual recién llegados de su cautiverio en el Sahel, Barcelona Acció Solidària prepara ya su próxima expedición, prevista para noviembre y concebida como un "homenaje" a los tres cooperantes secuestrados.

La ONG no volverá a pisar Mauritania para repartir ayuda. Cambiará la ruta y extremará las medidas de seguridad. Pero mantendrá la caravana, pese a las críticas de otras organizaciones que consideran su método poco eficaz y excesivamente peligroso para los cooperantes.

"En noviembre, iremos por mar hasta Dakar para hacer el reparto en Senegal y Gambia. Y para Semana Santa, haremos el recorrido por carretera en Marruecos", detalló ayer uno de los portavoces de la ONG, Francesc Osan. A diferencia de lo ocurrido en 2009, la ruta no se detallará en Internet.

"Quisimos ser transparentes. Informábamos de dónde dormíamos cada noche, e incluso los coches tenían localizador. No esperábamos que eso lo utilizaría alguien para hacernos daño", explicó Osan, quien remarcó que, hasta el año pasado, la carretera principal de Mauritania había sido un lugar fuera de peligro.

Osan defendió la utilidad de la caravana y la profesionalidad de la ONG, aunque apostilló que su tarea -garantizar la llegada de materiales de pequeñas entidades a su destino- "quizá deberían hacerla instituciones públicas".

Seguridad en entredicho

El secuestro de los españoles en Mauritania no es un incidente puntual. La seguridad de los cooperantes en los países en vías de desarrollo está de hecho "más comprometida que nunca", según la comisaria europea de Ayuda Humanitaria y Respuesta a las Crisis, Kristalina Georgieva.

"Cada vez se producen más acosos, más secuestros y más asesinatos", añadió la comisaria, que expresó su satisfacción por la liberación de Vilalta y Pascual pero advirtió de que la situación para el personal humanitario es cada vez más dura.

En la última década, el número de personas muertas mientras prestaban asistencia humanitaria se ha triplicado: de 30 en 1999 a 102 en 2009. La evolución también ha sido vertiginosa en el número de secuestros: de 20 a 92. El año pasado murieron más cooperantes que soldados de Naciones Unidas. La UE presentará en septiembre una propuesta de resolución a la ONU para aumentar la seguridad de los cooperantes.