El PP se queda solo en su intento de agitar en el Congreso la crisis de Melilla
Rechazada la petición de comparecencia de Rubalcaba y Moratinos
El PP decidió la semana pasada hacer bandera política del conflicto de Melilla y a las baterías desplegadas por el primer partido de la oposición hasta se sumó el ex presidente del Gobierno, José María Aznar. Ayer intentó mantener el eco en el Congreso de los Diputados, pero terminó por escuchar reproches de todos los demás grupos. La única adhesión a la estrategia del PP fue la de la diputada del Grupo Mixto Rosa Díez.
La portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró en la Diputación Permanente del Congreso que la "inacción" del Gobierno ha "agravado" el conflicto con Marruecos. Dirigió sus críticas a tres ministros: al titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, por su "ausencia"; al del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, por su "inacción"; y a la de Igualdad, Bibiana Aído, por no salir en defensa de las agentes de policía acusadas por activistas marroquíes. Y se preguntó "si a la ministra le costará ganarse el sueldo tanto como a las agentes".
"No hacer nada nunca puede ser solución. Solo los mediocres pueden llamar prudencia a la inacción", dijo la portavoz del PP.
Sáenz de Santamaría escuchó a continuación el reproche de todos los grupos. Obviamente, empezando por el portavoz del PSOE, José Antonio Alonso, que acusó al PP de utilizar una "estrategia desleal" y entorpecer la política exterior del Gobierno. "Teatro, puro teatro. Son ustedes unos irresponsables también en política exterior. Compórtense. Han aprovechado el verano para teatralmente meter la pata", concluyó. El portavoz socialista tuvo el lapsus de decir por dos veces que Aznar viajó a Marruecos, en lugar de a Melilla, lo que le sirvió al PP para prolongar aún más el debate. El PP quería que comparecieran esta misma semana en el Congreso los ministros del Interior y de Exteriores, pero no tuvo más apoyo que el voto de Rosa Díez. Sí recogió referencias de todos a la reconquista bélica del islote de Perejil en tiempos de Aznar, como modelo de relación con Marruecos que, según dijeron, defiende el PP.
Joan Ridao (ERC) replicó al PP que no es momento de "sacar músculo", ni de dejarse llevar por "la testosterona" en las relaciones hispanomarroquíes. "Eviten los calentamientos veraniegos", les dijo el portavoz de CiU, Pere Macias, a los diputados populares.
Y Gaspar Llamares (IU) aseguró que "no pretenden sino gestionar unos incidentes serios como una crisis entre Marruecos y España". Llamazares aconsejó al PP que "deje de leer en verano libros de caballería".
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