"Recortar sueldos fue duro, pero necesario"
No puede evitar seguir hablando de inmigración cada vez que puede. "Me ha marcado muchísimo, trabajar en eso no es fácil, tiene una gran carga humana". Lo hizo entre 2004 y 2010, un tiempo en el que se multiplicó la llegada de inmigrantes. Empezó entonces a ser más conocida para el gran público. Cada vez que llegaba una patera, aparecía Consuelo Rumí dando explicaciones. Logró impulsar un modelo nuevo de integración y la nueva ley. "Fueron muchas noches sin dormir, porque tomaba decisiones muy difíciles, que me afectaban", explica.
"Cuando se aprobó la ley de inmigración, la vicepresidenta [primera, María Teresa Fernández de la Vega] me dijo que asumiera esta responsabilidad y a mí me pareció estupendo. Yo ya había negociado en 1995 el estatuto básico del empleado público. Y ahora estoy en el despacho al que acudía pero como parte sindical; es como volver a mi casa", cuenta. Pero desde esa oficina le ha tocado gestionar el recorte en el sueldo de los trabajadores públicos que aprobó el Gobierno la pasada primavera. "Recortar sueldos fue duro, pero necesario", asegura. En sus cinco meses como secretaria de Estado de la Función Pública, Rumí ha puesto en marcha también una "reforma tranquila de la Administración, discreta, para hacerla más eficaz, más accesible, más fácil para tramitar cualquier cosa. Estamos en otro siglo y tenemos que dar ese salto".
"Con el tiempo se verá que las medidas harán crecer más el Estado del bienestar"
"Hoy por hoy se pueden hacer el 100% de los trámites por la Red. Esto va a beneficiar mucho, pero también nos permitirá ahorrar mucho. A través del DNI electrónico ya empiezan a hacerse muchas declaraciones de la renta o, por ejemplo, consultas de los puntos del carné de conducir. El objetivo ahora es darlo a conocer, que los ciudadanos sepan todas estas posibilidades", explica.
Su prioridad a partir de ahora es lograr que la gente acabe diciendo: "Mira, he ido a sacarme el carné de identidad, me lo han dado en 10 minutos y no he tenido que llevar más que una fotografía".
El momento más difícil para ella como secretaria de Estado tuvo lugar en su etapa en Inmigración: "El primer naufragio de una patera fue muy dramático. Y no dejó de serlo en cada una de las ocasiones en que tuve que dar la noticia de que había habido un percance y muertes". Aun así, puntualiza: "El día a día no me endureció". De hecho, aún se emociona al recordarlo.
Pero ahora su lucha es otra. Tiene una receta ante la crisis económica: "Serenidad, aplomo y fortaleza; seguir apoyando las medidas que se están poniendo en marcha, porque con el tiempo se verá que había que adoptarlas para fortalecer nuestro sistema y para hacer crecer más el Estado del bienestar".
"Desprecio a las personas que no se responsabilizan con la tarea que se les ha encomendado", añade. ¿Lo dice por la oposición? "Sí, yo he estado en la oposición y no se me ha ocurrido nunca utilizar ninguno de los grandes temas que podían fortalecer a nuestro país con fines electoralistas o para sacar rédito", concluye.
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