Las golosas vistas del troglodita

El cerro de San Miguel, en el barrio granadino del Sacromonte, ofrece una imagen inolvidable. Los que habitan las casas cueva lo saben. El Ayuntamiento de Granada, también. El Consistorio, gobernado por el Partido Popular, ha ordenado el desalojo o cierre de 36 de las 56 viviendas existentes por la declaración de ruina física inminente. A otros vecinos, les pide que "garanticen" con un informe técnico la seguridad de sus viviendas o se procederá a la clausura. El deteriorado estado al que aluden los técnicos de Urbanismo lo rebaten algunos de los propietarios que se quejan de que el Ayuntamiento haya llegado a tal conclusión sin que nadie haya inspeccionado su casa.

La intención del Ayuntamiento de construir con fondos del Plan de Turismo un complejo en el cerro se limita, por ahora, a un mirador. Con el PGOU vigente, la zona no es urbanizable, pero los vecinos no tienen duda de algún día sí lo será y es un espacio "más que apetecible". Por eso no están dispuestos a abandonar. En el cerro hay propietarios con escrituras, inquilinos que han heredado de generación en generación la casa y okupas. "El problema es que nos tratan a todos igual", dice Francisco Fernández uno de los que ha recibido la orden de desalojo sin que hayan entrado a su casa. "Dicen que tengo una cueva y lo mío es una casa baja", explica.En verano, apenas hay okupas en San Miguel. Se suele llenar con el inicio del curso. Ahora, los que habitan las viviendas son vecinos que pasan todo el año en ellas.

El Consistorio ha ordenado el desalojo de 36 de las 56 viviendas de la zona

El alcalde en funciones admite fallos en las inspecciones

En el cerro viven familias que pagan impuestos, aunque "la recogida de basura o el correo no llegan", se quejan. Los residentes piden que se adecente, aunque ahora mismo la zona está "tranquila". Ni hay okupas, ni se trasladan a la zona los organizadores de peleas de perros o gallos, que otras veces han hecho "intransitable" el cerro, según lamenta la coordinadora de la plataforma Ciudadanos por Granada, Remedios Murillo.

El alcalde en funciones, Vicente Aguilera, pide calma y asegura que "no se va a actuar en la zona hasta que no lo tengan todo perfectamente acordado con los vecinos". Reconoce que no se han visitado todas las viviendas por dentro y por eso hay técnicos que van a volver al lugar. A raíz de las lluvias del pasado invierno, Urbanismo hizo un primer informe que advertía del riesgo de derrumbe.

No es la primera vez que el Ayuntamiento de Granada ordena el desalojo de las cuevas del cerro de San Miguel. En 2007, ya llevó a cabo una acción similar pero entonces las cuevas estaban llenas de okupas que dificultaron la notificación del desahucio de las casas cueva. El proceso por vía judicial que inició el Consistorio no tuvo éxito. Entonces los terrenos eran propiedad de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (Emuvyssa) y como fue imposible identificar a los ocupantes de las casas y remitirles la preceptiva notificación se frustró el intento. Para agilizar el asunto, el Ayuntamiento ha culminado un proceso de permuta del cerro para que los terrenos sean propiedad municipal, y no de una empresa. De este modo se puede llevar a cabo el desalojo administrativo.

Los propietarios con escrituras no están dispuestos a marcharse y creen que se utiliza el tema de los okupas como "excusa".