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Dos décadas de atención

El primer establecimiento de turismo rural de España abrió en Urdaibai hace 20 años - Txopebenta nació como una salida a la crisis agraria

Ante la crisis que azotaba el medio rural hace 20 años, los hermanos Bizkarra, Juan Ángel y Juan Luis, decidieron, para "complementar las rentas agrarias", abrir un establecimiento de turismo rural. "La idea no tiene ningún misterio", señala Juan Ángel, aunque recalca que Txopebenta, el agroturismo que regenta, es el primero que se abrió en toda España, allá por junio de 1990. Y fue tal su empecinamiento que un proyecto personal pasó a convertirse en agenda del Gobierno autonómico, que acabaría regulando este tipo de establecimientos a raíz de la iniciativa de los dos hermanos.

Juan Ángel, natural del Duranguesado cuenta que se enamoró de Urdaibai tras terminar la mili en 1974, y allí se instaló con una pequeña explotación de vacas lecheras. Vivía con su hermano, quien sufre una deficiencia visual, y en un caserío de Gautegiz Artega se fraguó Txopebenta. Tardaron dos años y medio en reformar la vivienda. "Se nos acabaron las pelas, tuve que salir fuera a trabajar y los fines de semana aprovechar para terminar las obras", rememora Juan Ángel, que se vio obligado a compaginar la construcción de su sueño con un empleo en un centro de inseminación artificial, en el Parque Tecnológico de Zamudio. El resultado es una casa rural coqueta que oferta a lo largo de todo el año una habitación triple y cinco dobles en un contexto inigualable: "Estamos en plena naturaleza, en pleno encinar cantábrico, una zona protegida y a dos kilómetros de la cosa y a tres de la playa de Laga".

"La gente es un encanto. Hay quien lleva viniendo 15 años", dice su dueña
El Gobierno reguló los agroturismos a raíz de la idea de dos hermanos

"Trabajaba a gusto con las vacas, pero era una situación imposible, no tuvimos más remedio", reconoce Juan Ángel. Y así, sin ningún tipo de experiencia en la hostelería, los hermanos Bizkarra se enzarzaron en la aventura. Tampoco se arrepiente Arantza Gantxegi, la esposa de Juan Ángel, a quien cede pronto la palabra porque "realmente es la que se encarga de Txopebenta". Ella abandonó su trabajo en una guardería de Bergara. "Pedí un año de excedencia pero nunca volví", indica.

De ella se podría decir que prácticamente se levanta con el primer huésped y que se acuesta cuando lo hace el último. "Se me ha ido mi vida aquí. Por ejemplo, si te queda una habitación libre y no estás y pasa alguien con el coche... pues pierdes un cliente. O tienes que estar esperando, porque hay gente que llega a las cinco, otros a las ocho..." Aún así, zanja rápido: "Es maravilloso, compensa".

En 20 años han trabado amistad con muchos de sus huéspedes. El matrimonio suele veranear con una pareja catalana, Montse y Joan, la familia Bonet, de Figueras (Girona), enumera Gantxegi. Les conocieron en su agroturismo y desde hace unos años descansan en Cataluña. También han podido conocer Inglaterra y Argentina gracias a algunos de sus inquilinos. "La gente es encantadora y siempre intentas estar con ellos, atenderles bien, que se sientan como en casa. Hay gente que lleva viniendo aquí 15 años".

El haber sido los primeros les ha permitido contar con una legión de visitantes imposible de cuantificar. Y eso a pesar de que Arantza y Juan Ángel guarden desde el primer día todas las reservas que han hecho.

La fórmula parece simple, la gente que se decanta por Txopebenta o cualquier otro agroturismo "buscan tranquilidad y contacto humano. También atrae mucho el entorno y la gastronomía", explica Juan Ángel. Unas exigencias con las que de sobra saben cumplir. Aunque la crisis haya rebajado las visitas, sobre todo, durante el invierno. "Ya no llegan tantas peticiones como había en aquellos años", subraya Juan Ángel. Aún así, siguen contando con todo lo importante: huéspedes y porche. Y es que, como recuerda su dueña: "La cantidad de tertulias que hemos hecho, si nuestro porche hablase...".

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