Mário Bettencourt Resendes, referente del periodismo luso
Como director rejuveneció la redacción del 'Diário de Notícias'
El Diário de Notícias, el DN, uno de los referentes de la prensa portuguesa, amaneció de luto el 2 de agosto. Las nueve primeras páginas, incluida la portada, salieron de la rotativa en blanco y negro, en vez de en color, como señal de duelo por la muerte de Mário Bettencourt Resendes, director del DN entre 1992 y 2004. Fueron nueve páginas dedicadas a la vida del gran periodista que falleció el lunes en Lisboa a los 58 años, tras una larga lucha de una década y media contra el cáncer.
Bettencourt Resendes había pedido hace tiempo que, cuando llegara el día fatídico, el féretro estuviera cubierto con tres banderas: la de las Azores (su tierra natal), la del Benfica (el club de sus amores) y la del Diário de Notícias, donde pasó la mayor parte de su vida profesional.
Llegó a Lisboa tras pasar la adolescencia en las Azores, cuando Portugal vivía los últimos años de la dictadura salazarista. Estudió Administración de Empresas y Economía, y aterrizó en el periodismo un poco por azar. La revolución del 25 de abril de 1974 paralizó momentáneamente la universidad, y Bettencourt Resendes viajó a París, donde aprovechó para realizar un curso en el centro de formación y perfección de periodistas. Su mayor interés en aquella época era vivir en la ciudad del Sena, por encima de los estudios. Allí nació una pasión por el mundo de los periódicos.
De regreso a Lisboa, hizo una pasantía en el Diário de Notícias, y trabajó en el Jornal Novo, donde tuvo su bautismo de reportero al ser enviado a Madrid en noviembre de 1975 para cubrir los últimos días del dictador Francisco Franco. Volvió a DN, donde fue nombrado sucesivamente jefe de Política y de Economía, y director adjunto de Dinis de Abreu. En marzo de 1992 asumió la dirección del diario, cargo que ocupó hasta febrero de 2004. Bettencourt Resendes rejuveneció la redacción, dio entrada a más mujeres y más titulados e introdujo cambios significativos, como la firma en editoriales y noticias. Después de ocupar la dirección general de publicaciones, fue nombrado Defensor del Lector, un puesto que fue creado en 1997 cuando el propio Bettencourt era director del diario. Fue vicepresidente de la comisión directiva de la Asociación de Periodistas Europeos, que le concedió el Premio Europeo de Periodismo en 1993, y miembro del consejo director del Centro Europeo de Periodismo.
No ocultó su militancia en el Partido Socialista, que suspendió mientras fue director del Diário de Notícias, y admitió que en alguna ocasión tuvo la tentación de entrar en política. Opción que nunca hizo realidad, quizá porque, según admitió en alguna ocasión, el único cargo que le atraía era el de gobernador de Macao.
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