El 'low cost' arraiga en las fiestas mayores
La crisis hace que los Ayuntamientos congelen el presupuesto de los festejos
Apretarse el cinturón, recortar los eventos menos populares de las fiestas y tirar de la imaginación. En tiempos de crisis, esta es la receta que se aplicarán la mayoría de Ayuntamientos catalanes para celebrar sus festejos, que este fin de semana llenan las agendas de los pueblos de todo el territorio catalán.
El tercer año de la crisis ha traído disminución en los presupuestos de los festejos y alguna congelación en el mejor de los casos, una situación que también obliga a varios Consistorios a replantearse la esencia de las fiestas.
Llenar las calles de música, correfocs y castellers implica hurgar en las ya de por sí exiguas arcas municipales, pero las Administraciones saben que es un gasto necesario y se las apañan para obtener recursos de donde sea. La gente necesita divertirse. "Muchas familias no pueden salir a veranear por la crisis, y las fiestas mayores son sus vacaciones", asegura María Hinojo, concejal de Cultura de Martorell (Baix Llobregat). En esta ciudad, cuyas fiestas terminan el 16 de agosto, el presupuesto para la verbena se ha reducido el 15%, hasta llegar a los 160.000 euros.
Amposta dedicará 90.000 euros a los tradicionales 'correbous'
Carme Aubanell, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Malgrat de Mar (Maresme), donde se celebran las conocidas fiestas de Sant Roc, explica que la logística es la sangría de los presupuestos. Alquilar tarimas, mover sillas y el montaje se lleva el 60% del dinero destinado a las verbenas. Lo que queda del presupuesto se invierte en contratar grupos artísticos y garantizar espectáculos que no pueden faltar para poner punto final a cualquier fiesta mayor: los fuegos artificiales.
Por ello no es extraño que la tijera pase por lo más práctico de la fiesta. Este es el caso de Arbeca (Garrigues), un pequeño municipio de unos 2.800 habitantes que empezó ayer su fiesta. Este año dispone de 20.000 euros menos del presupuesto medio, que hasta ahora rondaba los 100.000. "Hemos conseguido ahorrar mucho, por ejemplo, sustituyendo los surtidores de bebida que utilizábamos en las barras de los bailes por botellas de un litro. Iremos más lentos al servir, pero el coste de las bebidas es mucho menor", asegura la concejal de fiestas, Mònica Sans.
TARRAGONA Más con menos
De Tarragona a Alcanar (Montsià) son mayoría los municipios que admiten que la práctica de recortar los presupuestos iniciada en 2009 se va a perpetuar. Por ejemplo, en Tarragona, el presupuesto de este año para Sant Magí -su fiesta mayor pequeña- se mantiene incólume en 180.000 euros. Pero la imaginación y el esfuerzo, aseguran los Ayuntamientos consultados, permitirán que la congelación de la partida se conjugue con una oferta más amplia.
Tarragona organizará para Sant Magí -que precede a las fiestas de Santa Tecla en septiembre- 105 actos, casi una decena más que en 2009. "Hemos tenido que hacer magia", refiere la concejal, Sandra Colomer. Los recortes han sido claves para alumbrar más actividades.
También ha habido renuncias. Sant Magí carecerá este año de conciertos de gran formato en la plaza de la Font. A cambio de perder el gran concierto, se refuerzan otras actividades más participativas -y menos caras-, como el festival de la Asociación de Músicos. Otras entidades municipales aportan esfuerzos y recursos para estas fiestas, algunas veces de manera altruista.
En Amposta (Montsià), localidad que reúne los mayores festejos del Ebro, los correbous serán los protagonistas de una de las pocas fiestas con más presupuesto que el año anterior. Los 42 encierros taurinos se llevarán la mayor tajada del presupuesto, cerca de 90.000 euros, 15.000 más que el año anterior.
El esfuerzo municipal, que coincide con la reivindicación de la fiesta taurina que las comarcas del Ebro quieren exhibir ante las iniciativas que pretenden abolirla tras el veto del Parlament a las corridas de toros, se quedará aquí."El objetivo de los próximos años no será aumentar este tipo de actos, sino mantenerlos", señala un portavoz municipal. "Con la actual coyuntura económica, ya hemos llegado al tope para los próximos años", sostienen desde el Ayuntamiento de Amposta.
LLEIDA Toques de imaginación
Con poco dinero no se puede tirar la casa por la ventana. Pero uno se puede apañar. Antoni Fiol, el alcalde de Organyà (Alt Urgell), con apenas 1.000 habitantes, habla de "imaginación" para sacar adelante su fiesta mayor de este fin de semana. Cuenta con un presupuesto de unos 40.000 euros. Fiol explica que para reducir costes amortizarán el precio de las carpas e instalaciones, y las aprovecharán para la semana cultural a finales de agosto y una feria del libro a principios de septiembre.
Otro ejemplo de cómo sacar adelante una fiesta con un presupuesto muy reducido es la Bajada de Raiers de Coll de Nargó, una celebración que hoy llega a su 21 edición y que se organiza con apenas 2.500 euros. Así lo explica el presidente de la Asociación de Rais de la Ribera d'Ebre, Emili Molins. "Cada año vamos muy justos pero con la crisis hemos tenido que recortar algunos actos extra como desayunos populares o encuentros de compañeros raiers", explica.
GIRONA Adiós a la pólvora
Los festejos en Roses (Alt Empordà) son uno de los pocos que ha logrado incrementar su presupuesto. El 15% más de dinero invertido en las fiestas se ha conseguido a base de recortar otras actividades en el municipio durante el resto del año. La decisión del Ayuntamiento, según un portavoz, busca también aprovechar el flujo de turistas que por estos días llenan las playas de la localidad. La fiesta se clausura mañana con las actuaciones de The Pepper Pots y la Orquesta Di-Versiones.
Más al sur, en Castelló d'Empúries (Alt Empordà), el gobierno municipal optó por recortar en pólvora. Las fiestas mayores se quedaron sin su tradicional castillo de fuegos artificiales. Con esta decisión y la programación de menos eventos musicales pudieron reducir el 15% el presupuesto.
Otros Consistorios como el de Figueres, por ejemplo, optan por programar visitas nocturnas a museos, una actividad que no castiga el bolsillo pero resulta atractiva para propios y extraños. Tal es el caso del Teatro Museo-Dalí, que todo este mes abre sus puertas por la noche desde las diez de la noche hasta la una de la madrugada. Se trata de un recorrido nocturno a uno de los museos más sorprendentes de toda Cataluña, en el que el visitante puede disfrutar del mejor surrealismo bajo la luz de la luna.
Han elaborado esta información Ferran Balsells, Juan Losa, Camilo S. Baquero y Dàmaris Torrado.
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