Tres años para ponerse verde

La zona de la Playa de la Misericordia de Málaga tiene tres años para llegar a ser una de las áreas urbanas más sostenibles del mundo. Convertida en un gran laboratorio de ensayo, a través del proyecto Smartcity (ciudad lista), el área que rodea al nuevo paseo marítimo malagueño lleva ya 12 meses trabajando para tratar de reducir el consumo energético un 20% y las emisiones de CO2 en más de 6.000 toneladas al año. La idea es que el proyecto sirva de prueba para el resto de la ciudad.

Hace poco más de un mes se colocaron en la zona los primeros 360 contadores inteligentes de España. La idea es que en pocos meses ya esté en funcionamiento un portal de información para que el cliente "aprenda a consumir", explica Susana Carillo, responsable de la Oficina Técnica de Endesa en Málaga.

Y aunque se trata solo de los primeros contadores inteligentes de los 2.500 que prevé instalar Smartcity en Málaga, Endesa, empresa promotora del proyecto, se ha comprometido a cambiar unos 13 millones en toda España antes 2015. La idea es que todo el mundo pueda saber la hora a la que es mejor poner una lavadora o la importancia de apagar el aire acondicionado antes de salir de casa.

El proyecto Smartcity implica a unos 12.000 consumidores residentes en la zona y pretende alcanzar los objetivos fijados por el plan impulsado por la Unión Europea para luchar contra el cambio climático. Está promovido, además de por la propia Endesa, por otras 11 empresas del sector y cuenta con un presupuesto de 31 millones de euros, repartidos entre fondos públicos y privados.

En otras ciudades del mundo como Estocolmo, Dubai o Columbia se están llevando a cabo proyectos similares aunque, según Carillo, ninguno es tan completo como el de Málaga, ya que mientras en otros lugares se han decantado por desarrollar un solo aspecto relacionado con la sostenibilidad, la ciudad andaluza se ha lanzado a trabajar en todos los frentes.

Además de la colocación de contadores, también se han instalado ya las primeras farolas de bajo consumo y se están diseñando otras que funcionarán con energía fotovoltaica o eólica. También se contará con 12 coches eléctricos, puntos de carga y la creación de baterías de almacenaje.

El fin de crear una ciudad sostenible en un espacio acotado está en poder sacar conclusiones del ensayo en 2013 y ver cómo se puede extender el modelo al resto de la ciudad. "Málaga se va a convertir en un referente energético y en un escaparate a nivel mundial", asegura confiada Carillo.