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"Queremos salir de aquí rápido"

Decenas de turistas vascos quedan atrapados en el norte de la India por las riadas - Montañistas de Galdakao y Vitoria colaboran en las tareas de rescate

Decenas de turistas vascos han quedado atrapados en la localidad de Leh, al norte de la India después de que un tremendo aguacero provocara entre la noche del jueves y la madrugada del viernes riadas y aludes que causaron más de 100 muertos y cientos de heridos. La mayoría corresponde al club de montañismo Ganguren, de Galdakao, cuyas edades rondan entre los 26 y los 60 años. Su presidenta, Miren Hernando, explicó que todos están bien, alojados en un hotel a la espera de ser desalojados. En total, hay entre 150 y 200 españoles, según la embajada de España en Nueva Delhi -entre ellos hay una desaparecida y un herido, su pareja-.

Hay al menos dos grupos vascos: el de Ganguren, compuesto por 46 personas -tres de ellas mallorquinas- que habían acudido allí para practicar trekking en el Himalaya y subir un pico de 6.500 metros de altura; y otro grupo de Vitoria, que ha narrado lo ocurrido en su blog (http://nunmendia2010.blogspot.com/): "Estamos todos perfectamente y en una zona segura En este tipo de cosas es la gente pobre la que sufre las consecuencias". También aluden en la bitácora a "una pareja de Markina" en la zona.

"Estamos bien en una zona segura. Es la gente pobre la que sufre"

"Todos los turistas estamos bien. Leh es un oasis, pero los alrededores están totalmente arrasados", contó a EL PAÍS Jon Ander Rabadán, que ayer seguía atrapado en la zona. "Estamos intranquilos porque queremos salir rápido", añadió. Varios de los montañistas de los grupos de Galdakao y Vitoria han ayudado en tareas de rescate y donado las medicinas que tenían al hospital local, "que está en pie, pero justo", según Rabadán.

Aunque está en Cachemira, Leh, situada a más de 3.500 metros de altura, en la región de Ladakh, conocida como "el pequeño Tíbet" y es un enclave turístico idílico con mayoría budista y sin tensión política. Las autoridades indias cifraban ayer en 136 el número de muertos, en 500 los heridos y en 200 los desaparecidos. Hay problemas de comunicación. La electricidad e Internet funcionan de forma intermitente.

El aeropuerto, con cierto caos, volvió a operar el sábado, aunque existe un cuello de botella debido a que miles de extranjeros quieren abandonar la zona. "Esperamos que mañana puedan volar fuera de Leh al menos 60 españoles" dijeron fuentes de la representación diplomática, que esperan que todos estén fuera en los siguientes dos a tres días. Un representante de la Embajada llegó ayer a Leh con dinero y medicinas para coordinar la evacuación.

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Ayer un grupo de cinco españoles logró salir de la zona. "Hay mucha desorganización allí y están casi aislados, porque sólo algunos móviles sirven", contó por teléfono Salvador Noval, un español que logró salir ayer de Leh. Aseguró que nunca sintieron que su vida corriera peligro. "Hay incertidumbre porque no sabes lo que va a ocurrir".

Por su parte, el alcalde en funciones de Galdakao, Ibon Uribe (PNV), afirmó que los montañistas se encuentran "con calma tensa" a la espera de poder abandonar la zona, ya que "la situación puede empeorar" en los próximos días por la climatología. Uribe indicó que está en comunicación con Exteriores y el Gobierno vasco y aseguró que las informaciones que le han facilitado "son tranquilizadoras".

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