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Reportaje:cine

El rey del taquillazo metafísico

Llega 'Origen', el último e inclasificable sueño fílmico de Christopher Nolan

Un hombre de mediana edad impecablemente vestido y peinado toma el té en una lujosa habitación de un céntrico hotel de Londres y mira por los visillos de la ventana. Es el realizador Christopher Nolan pero bien podría ser el Christian Bale de su taquillera y metafísica adaptación del superhéroe Batman en El caballero oscuro. O, por qué no, el torturado manipulador de sueños Leonardo Di Caprio en su nueva criatura, el thriller de ciencia-ficción Origen, que se estrena hoy en España.

Una película difícilmente catalogable que mezcla referentes tan distantes como la saga Matrix y Atraco perfecto y habla sobre construir sueños y creer que son la realidad. Lo hace a través de un grupo de ladrones que se infiltran en el subconsciente de sus víctimas con el fin de robarles sus más preciados secretos. La crítica ya saluda a esta superproducción como una de las películas del año y el público ha vuelto a responder en masa ante los apabullantes estímulos visuales de un realizador preciso, oscuro y fascinante. "Siéntese. Hablemos", sugiere Nolan dejando su taza de té sobre una mesa.

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Tráiler de la película Origen

"Si en Matrix se planteaba '¿qué pasaría si el mundo no fuera real?', en Origen le estamos diciendo constantemente al espectador: 'Esto es un sueño. No es real'. Pero, justamente por esa insistencia, se llega a un nivel de ambigüedad en la que se tiende a pensar si ese sueño no será, en realidad, la realidad". ¿Enrevesado? No crea. Nolan maduró durante 10 años esta alegoría sobre las comunidades virtuales para hacerla lo más accesible, y entretenida posible. Y se fijó en los viajes espaciales de Stanley Kubrick, en la pesadilla del desamor en Olvídate de mí, de Michel Gondry, en la realidad virtual según el David Cronenberg de Existenz...

Pero sobre todo en un género. "Tomé como modelos las películas heist [sobre atracos perfectos] a la Ocean's Eleven o Heat. Su estructura es muy efectista: primero se explica el plan, el dispositivo, y después se implica al espectador como uno más del plan". Aquí, meterse en la mente de un importante empresario para, una vez en su inconsciente, plantar una idea que más tarde brote en su conciencia.

La propuesta es tan artesanal como Nolan tiene acostumbrados a sus espectadores. Y no es que sea alérgico a la pantalla verde y al cine numérico. Este inglés apuesta por lo real, como ya hizo con El caballero oscuro. Aunque grabe sueños: "Queríamos hacer el máximo número posible de escenas sin efectos especiales. En cuanto los utilizas, se pierde todo el misterio". Un misterio que bien podría ser la constante en la obra de este realizador, tanto en lo narrativo como en lo técnico. Ya sea retratando superhéroes (Batman Begins, El caballero oscuro), crímenes (Insomnia, Memento) o magos (El truco final). "Me encanta la idea del misterio, plantear preguntas... Y, sobre todo, de calcular el momento adecuado para desvelar al espectador la verdad de lo que estás contando. "Como los magos, precisamente. O también como los psicólogos".

"Tienes que confiar en tu subconsciente", comenta entre cortantes risas al ser interrogado sobre la vertiente psicológica de su obra. "La gente me pregunta sobre el simbolismo de ciertos elementos de la película y tengo que ser muy honesto al contestarles que muchos no son conscientes. Algunos sí, otros, definitivamente, no". Como las escenas grabadas sin gravedad, o ese mantra musical de Édith Piaf, o ese plano en el que Di Caprio se queda atascado entre dos edificios... Imágenes, texturas y mensajes que darán pie a mil y una interpretaciones. O no: "La gente leerá muchas cosas en esta película pero, honestamente, creo que solo verá una cosa". ¿Qué? La respuesta, en los cines.

Christopher Nolan (izquierda) y Leonardo Di Caprio, en el rodaje de <i>Origen.</i>
Christopher Nolan (izquierda) y Leonardo Di Caprio, en el rodaje de Origen.
Hablamos con el actor Leonardo DiCaprio durante la presentación mundial de la película ?Origen? en Londres.Vídeo: JORDI MINGUELL | PAULA CASADO

LA VIDA ES SUEÑO Y LAS PELÍCULAS...

El cine hecho a partir de sueños (o pesadillas) es todo un subgénero con sus reglas y sus propios clásicos:

'DESAFÍO TOTAL', Paul Verhoeven (1990).

- Hechos: Llena de giros imprevistos, combina onirismo, violencia, agentes secretos y señoras de tres pechos.

- El delirio: Schwarzenegger se mete en la piel de un turista que parte en viaje mental hacia el planeta Marte sin moverse de casa... o no.

- El sobresalto: Su banda sonora (del legendario Jerry Goldsmith) se convirtió en la marca de fábrica del fútbol codificado los domingos por la tarde en Canal +.

'PESADILLA EN ELM STREET', Wes Craven (1984).

- Hechos: La particular visión de Craven (un clásico), al alumbrar un asesino que destroza a sus víctimas mientras duermen, colándose en sus sueños y dejándolos como un coladero. Naturalmente, los afectados mueren en el proceso.

- El delirio: Freddy Kruger, un hombre que gusta de los objetos afilados, decide convertir la calle Elm en un cementerio. Para ello usará elaborados métodos que le otorgarán un nuevo sentido a la acepción "pesadilla".

- El sobresalto. Una de las víctimas es un primerizo Johnny Depp, en la que es la muerte más sangrante de la historia.

'OCHO Y MEDIO', Federico Fellini (1966).

- Hechos: La crisis creativa de Guido (inolvidable Marcello Mastroianni) da pie a Fellini para pasearse por el alambre que separa sueño y realidad sin que el espectador tenga muy claro que está mirando.

- El delirio: Los créditos iniciales; las visiones de Guido; la fina bruma que cubre el metraje y que permite al realizador italiano ejercer de hiena y guepardo a un tiempo, acechando a su protagonista en ocasiones, persiguiéndole en otras.

- El sobresalto: Antonio Banderas y Daniel Day Lewis han dado vida a Guido en los últimos años.

'EL VIAJE DE CHIHIRO', Hayao Miyazaki (2001).

- Hechos: La mente del maestro Miyazaki hilvana una historia entre el sueño y la realidad ambientada en un paraje lleno de extrañas criaturas.

- El delirio: Todo el filme puede ser interpretado como un sueño de tintes pesadillescos pero de sensibilidad exquisita.

- El sobresalto: El distribuidor de los filmes de Miyazaki en los Estados Unidos no es otro que John Lasseter, el mandamás de Pixar / Disney.

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