Ópera, empantanada hasta diciembre
La remodelación de la plaza de Isabel II, que lleva dos años en obras, se retrasa cinco meses más por los restos arqueológicos encontrados en el subsuelo
Un espacio diáfano, sin coches, con 79 árboles nuevos, con fuentes y bancos en los que sentarse... Así tenía que ser la plaza de Isabel II (conocida como de Ópera) desde el mes pasado, cuando estaba previsto acabar los trabajos de remodelación, pero lo que el paseante sigue viendo cuando llega desde la calle del Arenal, o desde Arrieta, o cuando sale de la parada del metro, es un enorme solar en construcción rodeado por unas vallas metálicas de las que asoman grúas y el zumbido de obras en marcha. Y aún quedan cinco meses más. Los retrasos han obligado a establecer una nueva fecha de finalización de los trabajos, el próximo diciembre.
Es la segunda demora. Cuando el Ayuntamiento presentó la remodelación, en el verano de 2008, anunció que la nueva plaza estaría lista para diciembre de 2009. A los pocos meses hubo que cambiar la previsión a julio de 2010 y, finalmente, en la última comisión de Obras Públicas, el 22 de julio pasado, se dio la fecha que se espera definitiva: diciembre. El motivo de tanta prórroga es, según coinciden Metro de Madrid y el Ayuntamiento, el hallazgo de restos arqueológicos en el subsuelo. La obra, reiteró ayer una portavoz del Consistorio, pertenece a Metro, así que dependen de la empresa pública para poder terminar su parte. "Nosotros solo aprovechamos que iban a levantar la plaza para remodelarla", añadió.
Patrimonio está 'musealizando' los restos para que puedan visitarse
El Consistorio asegura estar a la espera de que Metro acabe su parte
En estos casi dos años de trabajos, en la zona han ido apareciendo construcciones del siglo XVII de gran valor y muy bien conservadas. La Fuente de los Caños del Peral, de más de 30 metros de longitud e ideada por el primer arquitecto del monasterio de El Escorial, Juan Bautista de Toledo, y un acueducto de ladrillo que surtía de agua al palacio Real, salieron a la luz en otoño del año pasado. La Dirección General de Patrimonio de la Comunidad está trabajando para musealizar los restos, es decir, para que puedan ser visitados allí mismo, integrados en la estación. En realidad, los vestigios de la fuente ya habían sido localizados en 1991, en una obra anterior, pero entonces solo se protegieron para evitar su deterioro.
La obra de Metro en la estación de Ópera, utilizada a diario por 55.000 personas, tiene como objetivo hacerla accesible (con tres nuevos ascensores y ocho escaleras mecánicas) y dotarla de un vestíbulo ocho veces mayor que el anterior. Los trabajos, con un presupuesto de 15 millones de euros, mejorarán la correspondencia entre las líneas 2, 5 y el ramal, según la empresa pública.
El Ayuntamiento, a su vez, aprovechó para remodelar la superficie, ganar espacio peatonal y, al liberar de tráfico la plaza, dar continuidad a la calle del Arenal y conectarla con la plaza de Oriente y la calle de Arrieta. Con un presupuesto de dos millones de euros, los cambios incluyen eliminar todas las barreras arquitectónicas y desplazar las líneas de autobús al norte de la plaza, a una rotonda de uso exclusivo para autobuses y taxis.
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