_
_
_
_
_

Confirmada la condena a una falla por echar a su fallera mayor infantil

Han pasado más de dos años. La Audiencia de Valencia ha confirmado que la decisión de expulsar sin razón a una fallera mayor infantil en Sagunto fue incorrecta. El 28 de febrero de 2008 la asamblea general de la falla Els Vents de Sagunto acordaba echar a su fallera mayor infantil. Aquella decisión acabó en los tribunales. Los padres de la pequeña denunciaron lo ocurrido. No solo porque entendían que nunca hubo motivo objetivo alguno para hacerlo, sino por el daño causado a la pequeña, que tenía 10 años. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número cuatro de Sagunto dio la razón a la familia, fijó una indemnización y el pago de intereses. La falla, descontenta, recurrió. Y la Audiencia ha vuelto a dar la razón a los padres de la pequeña. Solo ha puesto una pega: que no se paguen intereses de la indemnización.

Alba, fallera desde que nació, había sido los dos años anteriores fallera mayor infantil. Sabía de la exigencia, de las expectativas. La eligieron. Empezaron los actos. Y dos semanas antes de los días grandes, el 21 de febrero de 2008 la echaron. A sus padres no se lo dijeron hasta el 27 de ese mismo mes. Aquel fue el último episodio de una sucesión de desencuentros entre los padres de la pequeña y la junta de la comisión fallera.

Decisión sin contrastar

La titular del Juzgado de Sagunto anuló el acuerdo por el que dejaba fuera a la pequeña porque se incumplió el mecanismo que establecen los estatutos, ya que el padre no fue avisado por escrito. Y condenó a la comisión fallera a pagar 3.000 euros en concepto de daños morales y otros 2.990 euros por daños materiales.

La Audiencia tiene claro que el cese de la fallera mayor infantil tuvo un defecto fundamental: no fue oída la afectada, no hubo contradicción. Asemeja lo ocurrido a la expulsión de un asociado. La junta tomó una decisión sobre unos determinados comportamientos (que fuera del recorrido se pusiera unas zapatillas deportivas porque estaba enferma, que no acudiera a un acto porque se le rompió el traje tres horas antes) que se consideraron motivo de sanción, pero no se preguntó a la pequeña ni a su familia explicación alguna.

Su padre, Enrique, afirmó ayer que "acudimos a la justicia, por ella, porque creemos que debe aprender que no se puede aceptar que traten a alguien como la trataron, su tristeza ha sido lo peor para nosotros".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_