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Reportaje:

Refuerzos en economía de guerra

Lotina pasa revista a los fichajes del Dépor, que mañana se presenta en Riazor

El Trofeo Teresa Herrera más tempranero que se recuerda recibe mañana en Riazor al Deportivo, que de paso que se enfrenta al Newcastle, comenzará a mostrar sus credenciales de cara a una temporada en la que espera volver a estar más cerca de Europa que del descenso. El milagro requiere cada campaña un plus, porque por el camino quedan los futbolistas más expertos y con más ascendente de la plantilla, este año Filipe, Sergio, Mista y Bodipo, y el perfil de los refuerzos obedece a las carencias de un club en el alambre económico. Con todo, Miguel Ángel Lotina aceptó el reto de liderar al equipo un año más.

A pesar de la renovación, al final de la campaña pasada estaba entre apesadumbrado y preocupado. "Es fundamental y obligado acertar con los fichajes", clamó. Ahora su discurso ha mudado, cree que han tomado decisiones correctas y que tiene mejores mimbres, por más que las viejas alertas médicas se han vuelto a disparar. Aranzubía se marchó de vacaciones renqueante de su hombro izquierdo y ha regresado peor: no podrá jugar la primera jornada de Liga. Juca, un habitual de la enfermería, ha vuelto a resentirse de sus dolencias musculares e idénticos problemas han parado la progresión de Juan Domínguez.

Aunque Lotina carece de un delantero, tiene más opciones en ataque
El canterano Raúl es alternativa de futuro, pero por si acaso llegó Stopira

Pero Lotina está satisfecho con las incorporaciones. Siente que, aunque carezca de delantero centro, tiene más alternativas en ataque que el año pasado y que Filipe Luis era al fin y al cabo un lateral. "Nos hemos reforzado bien", sostiene el vasco, que pasa revista: "Saúl es un jugador de banda con mucho recorrido, muy buen con el interior y el empeine, con calidad. Tiene buenos desmarques y es inteligente". Y evita comparaciones con Lafita: "No es lo mismo porque Lafita trabajaba más el desmarque de ruptura y era más delantero. Saúl es más fino, intenta jugar y combinar. Es diferente, pero está claro que nos hubiera venido de maravilla hace un año cuando se fue Lafita al Zaragoza". También el verano pasado se marchó Verdú, futbolista del gusto del técnico, mediapunta de trabajo y visión de la jugada, fuerte. Ahí Lotina tuvo claro que el valencianista Míchel, cedido sin opción de compra, era el perfil indicado para cumplir un rol en el que el preparador nunca acabó de ver ni a Valerón ni a Lassad y por el que pasaron Juan Rodríguez, Riki, Adrián, Juan Domínguez, Iván Pérez y al final Pablo Álvarez, un extremo. "Míchel es un todoterreno", describe Lotina, "con mucha capacidad de trabajo y bastante gol. Aparece en el área y dispara bien desde fuera. Hace buenos cambios de orientación". Tan entregado está a él que aceptó las leoninas condiciones del Valencia para que el jugador viniera a A Coruña.

En un club en el que la dirección deportiva ha quedado desierta tras la marcha de Richard Moar y su colaborador Richard Barral, Lotina y su equipo, el propio Lendoiro en última instancia, asumen el reto de peinar el mercado. Fue viendo un vídeo del Vitoria de Guimaraes como el entrenador deportivista descubrió a Yves Desmarets, un veterano zurdo sin pedigrí. "Buscaba un mediocentro y encontré un jugador de banda con mucha fuerza y buen disparo, un futbolista de los que hacen equipo, aseado con la pelota", explica. Lotina no ve a Desmarets como una alternativa a Filipe, sí como una opción para dar descanso a Guardado o incluso asentarlo en un nuevo dibujo, un 4-3-3 al estilo Guardiola, en el que el mexicano integraría el trío de la medular. Ahí cobraría fuerza el uruguayo Jonathan Urretaviscaya, cedido por el Benfica y con una opción de compra sideral para las posibilidades del Deportivo: 15 millones de euros. "Es un extremo tipo Jesús Navas", previene Lotina, "muy rápido, muy trabajador y que siempre está cerca del gol. Puede jugar por las dos bandas, pero en principio le veo más por la izquierda".

A Lotina le preocupa ese flanco, por el que ya no transitará Filipe. El canterano Raúl es alternativa seria de futuro, pero por si acaso llegó también Ianique Santos, Stopira, un lateral caboverdiano que jugaba en la segunda división lusa, en el Santa Clara. Un desconocido para Lotina. "Ví un par de vídeos, en principio viene para el Fabril", dice el vasco, que esperaba a Sergio Escudero, la joven promesa del Murcia, pero que ya trabaja en un plan B, quizás de nuevo en convencer a Asier del Horno para que rebaje caché. Por el camino recibió una buena noticia, la de Rubén Pérez, mediocentro del Atlético de Madrid B al que Lendoiro presentó como una joya. "Un pelotero con mucha calidad, tácticamente muy bueno y que suple la baja de Sergio", espera Lotina, que sueña con un delantero centro que complete el plantel. Pero tiene que cumplir tres condiciones: no requerir pago por su traspaso, tener ficha asumible y ofrecer garantías de gol. Algo así como un milagro, otro más.

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