Algorta se rebela contra su pasado
Getxo actúa para evitar incidentes de tinte político en sus fiestas, pese a que ya se han registrado problemas
"Un año más esperamos que las fiestas se desarrollen en paz y con el debido respeto para todos. Para jóvenes, para adultos, para los que quieren dormir, respeto hacia los bienes ajenos, públicos o privados, y respeto para los que piensan y sienten diferente. Las fiestas son una excelente oportunidad para compartir todo lo que nos une y dejar de lado lo que nos separa". Josu Loroño, el concejal de Comunicación y Protección Civil del Ayuntamiento de Getxo, quiso trasladar este mensaje previo en la presentación del programa de las fiestas de San Ignacio de Algorta. Estas celebraciones patronales, tradicionalmente marcadas por incidentes de tinte político y vandálico, afrontan la edición de este año con ánimo de superar el pasado.
El PP denuncia que el pregón del jueves contuvo alusiones veladas a ETA
El encierro fue brillante y agitó el interés por la faena de los diestros
De un lado, portavoces del equipo de gobierno aseguran que este año se han tomado medidas para evitar episodios relacionados con la apología del terrorismo. Entre otras se ha vigilado estrechamente la concesión de ayudas a las comisiones de fiestas que las organizan. En el clima de tolerancia cero con la simbología de ETA impulsado por el Gobierno vasco, Getxo ha aplicado la ordenanza enviada a todos los ayuntamientos por la Asociación de Municipios Vascos (Eudel) que prohíbe que los carteles y símbolos que enaltezcan el terrorismo. Años atrás era habitual ver este tipo de pancartas y fotografías en las paredes de la localidad.
De hecho, el año pasado el Consistorio prohibió la instalación de una txozna de la organización ilegal abertzale Segi y poco después retiró otra similar de las fiestas de San Nicolás, en el Puerto Viejo de Algorta. Con todo ello, el Ejecutivo de Imanol Landa (PNV) aspira a reducir la politización que históricamente ha ido ligada a las fiestas en la localidad vizcaína.
No obstante, ya ha habido problemas. El pasado día 29 unos encapuchados cruzaron neumáticos en la rotonda de Mimenaga, les prendieron fuego y realizaron una pintada alusiva a ETA. También han aparecido carteles en apoyo a los presos etarras.
"El pregón contuvo insinuaciones veladas a ETA y hay lugares llenos de pancartas a favor de los presos. Es una vergüenza", se duele la edil popular. El año pasado la cuadrilla que leyó el pregón pidió expresamente la libertad de los presos de ETA un una plaza decorada con carteles de apoyo a la organización terrorista y de rechazo a la Ertzaintza.
Además, Arrúe señala que el equipo de gobierno no ha desarrollado "mecanismos especiales para controlar a las comisiones de fiestas" y, según denuncia, se les han concedido las mismas subvenciones que el año pasado. "Nunca han querido tomar cartas en las fiestas. Seguimos en manos de quienes todos sabemos", enfatiza la concejal del PP, quien recuerda que las fiestas "deben dejar la política a un lado" para permitir que "todos puedan disfrutarlas".
Otro incidente, ajeno a la política, fue el que se saldó en 2006 con la estación de metro de Algorta destrozada. Una pelea multitudinaria causó daños por valor de 100.000 euros. Este año dicha estación permanecerá cerrada por seguridad, ante el cambio de ubicación de las txoznas y la masiva afluencia de gente prevista.
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