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La lucha contra el terrorismo

Los encapuchados siguen sin despejar dudas en Batasuna

Luis R. Aizpeolea

La irrupción, el sábado, de tres miembros de ETA encapuchados, en un acto de homenaje en Ciboure (Francia) al etarra fallecido en abril, Jon Anza, y en el que uno de ellos señaló que "Euskal Herria está a las puertas de vivir un período de cambio" no ha despejado la inquietud de los dirigentes de la izquierda abertzale sobre ETA.

Estos esperan de ETA la respuesta precisa a la petición que en marzo le hicieron los cuatro premios Nobel sudafricanos e irlandeses de un cese de su actividad permanente y verificable. "Esa respuesta aún la tiene pendiente de dar ETA desde marzo," señalaban ayer fuentes próximas a Batasuna.

No obstante, este partido ilegal ha considerado positiva la comunicación de los encapuchados de ETA, como prueba la importante valoración que de ella hizo ayer el diario Gara. "Aunque no es el comunicado que se espera, va en la buena dirección", dijeron ayer fuentes de la izquierda abertzale. No ha sucedido lo mismo con Eusko Alkartasuna (EA), socio de los abertzales, con el que pactó en junio el polo soberanista. EA fue tajante: "ETA sobra. Debe pasar de las buenas intenciones a los hechos y anunciar el abandono definitivo de la violencia".

Más información
ETA y la izquierda 'abertzale' están desconectados desde hace meses

Dificultades

ETA lleva desde primeros de abril, sin pronunciarse sobre la petición de cese de la violencia que le hicieron los cuatro premios Nobel irlandeses y sudafricanos. Su animador, Brian Currin, creía que ETA se pronunciaría en julio. Otros líderes de la izquierda abertzale apostaron porque el anuncio se retrasaría hasta septiembre. "No importa si tarda si no es una tregua más", dicen dichas fuentes.

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En todo caso, la banda no lo tiene fácil y sus tres comunicados de este año -el último en abril- lo demuestran por sus contradicciones. En el de enero, rechazaba la tregua como fórmula fracasada y, aunque apoyaba la apuesta política de la izquierda abertzale, no ofrecía ningún atisbo de abandono de la violencia. Lo mismo sucedía en los de marzo y abril.

Esas contradicciones son reflejo de su conflictiva situación interna, dónde hay quienes están dispuestos a ceder su protagonismo a la izquierda abertzale y quienes quieren seguir manteniendo el papel de garantes de la política vasca.

Esas razones son las que llevan al Ministerio del Interior a mostrarse "escéptico" sobre la posibilidad de que ETA deje unilateralmente las armas y a mantenerse "vigilante" porque "no pueden descartarse atentados en verano, aunque ETA lleve casi un año sin atentados".

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