'C'est fini'
Se acabó el Tour. Tres semanas que, como otras muchas cosas en la vida, van despacio en el día a día, pero que parecen haber pasado en un suspiro cuando una vez terminado volvemos la vista atrás y recapitulamos todo lo ocurrido.
Tres semanas que han servido para que Contador se lleve a casa su tercer Tour. Y eso, a la edad que tiene Alberto, ya es mucho decir. Indurain, y solo escribir el nombre ya impone, solo había ganado uno a la edad actual de Contador. El primero, el que fue el anuncio de todo lo que vino después. Veremos si caerán más Tours para el de Pinto, veremos, pero todo parece indicar que este no va a ser el último. Aunque no está tan lejano el precedente de Ullrich, que ganó un Tour siendo un chaval y parecía que iba a marcar una época, y que sin embargo al final fue el primero pero también el último.
Andy Schleck, su máximo rival deportivo en esta edición y también en la pasada, se ha postulado como el otro polo del duelo. Y este también parece que tiene cuerda para rato. Para el Contador de 2009 fue más dura de lidiar la batalla psicológica que tuvo con su compañero Armstrong que la oposición como rival de Schleck, pero este año la historia ha sido muy diferente.
Este año ha sido un duelo en el mismo plano. Ninguno de los dos ha mostrado en ningún momento una diferencia de nivel significativa con respecto al otro. Y si la balanza se ha inclinado por el lado de Contador, ha sido —además de por los polémicos segundos ganados el día del incidente de Andy con la cadena— por las mejores dotes de contrarrelojista del español. Aún así, la diferencia entre ellos ha sido mínima. Y en montaña, el terreno en el que ambos son ahora mismo los dos mejores corredores del mundo, la balanza ha basculado entre los dos en función del día que tenían y si supieron adivinar e interpretar —o no— el mal momento por el que pasaba su rival.
Y no hay que olvidar que Andy corría debilitado por la baja de su hermano Frank, un factor importante para la estabilidad psicológica del luxemburgués por el punto de tranquilidad que le aporta su hermano a la hora de soportar la tensión de la situación. Y eso obviando el aspecto deportivo, porque un corredor como Frank, cuya calidad está de sobra contrastada, hubiese sido un refuerzo muy importante para el duelo táctico en el que estaba metido su hermano.
Una de las sorpresas negativas, al menos para mí, ha sido el rendimiento del Radioshack. Yo pensaba que la carrera sería más táctica y estaría marcada sobre todo por el duelo Radioshack-Astana, no necesariamente Contador-Armstrong. Y que un tercer corredor en discordia, estaba pensando precisamente en Andy o en Menchov, podría ser el que sacase beneficio de esta guerra.
Al final las cosas no han sido así y yo he vivido una carrera diferente a la que esperaba. Tampoco Alberto se esperaba una carrera como la que al final ha sido, tal y como ayer reconoció en la rueda de prensa, pero lo que cuenta al final es el resultado, y una vez más, este se ha decantado del lado de Contador.
Enhorabuena Alberto, enhorabuena también a todos los que habéis llegado a París, eso también es un éxito. Y para mí personalmente, ha sido un placer estar aquí para contarlo y sobre todo para vivirlo. Lo dicho, un placer.
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