La Agencia del Agua se liquida a los cinco años de crearse

La Agencia Andaluza del Agua, creada el 1 de enero de 2005 como organismo autónomo de la Junta para la gestión de las políticas hidráulicas, apenas va a tener cinco años de vida. El Gobierno andaluz ha decidido liquidarla y fusionar sus competencias en una nueva agencia junto con la Empresa Pública de Gestión Medioambiental S. A. (Egmasa). La medida, enmarcada en el proceso de reordenación del sector público andaluz, ha sido recibida con recelos por los regantes (destinatarios del 80% de los usos del agua en Andalucía) así como por sindicatos y partidos políticos, que temen por la destrucción de empleo.

La fusión de la Agencia del Agua y Egmasa, que deberá ahora desarrollarse en un decreto, ha traído la intranquilidad a los trabajadores de ambos entes públicos. El director gerente de la Agencia del Agua, Juan Paniagua, aseguró que el objetivo de la fusión "es agilizar la gestión desde la propia estructura de la Consejería de Medio Ambiente". También la consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo, defendió las ventajas de la nueva empresa, fundamentalmente en relación con la seguridad jurídica y en la vertiente organizativa por una mayor eficiencia.

Feragua teme descoordinación y más intervención política en la gestión

Sin embargo, Feragua, la principal federación de regantes, muestra su preocupación porque las competencias del agua vayan a quedar diluidas dentro de las más genéricas de medio ambiente y considera que este nuevo enfoque rompe uno de los consensos básicos del Acuerdo Andaluz por el Agua, que se refería a que los asuntos del agua fueran gestionados por un organismo específicamente competente en estos asuntos. Asimismo, contempla con inquietud que las competencias queden repartidas entre una secretaría general y una macroagencia de nueva creación, que integre a la actual Egmasa. "Esta reforma no va a producir ningún tipo de ahorro, va a introducir una mayor descoordinación en la gestión de las políticas de aguas, y sobre todo, se va a traducir en una mayor intervención política en la gestión del agua", asegura Pedro Parias, gerente de Feragua, que recela también que detrás de esta operación se esconda un afán de aumentar la capacidad recaudatoria. El sindicato CGT aventura que la fusión entre la Agencia Andaluza del Agua y Egmasa llevará consigo la pérdida de la mitad de los 5.000 trabajadores. Izquierda Unida, que finalmente se descolgó del apoyo a la Ley de Aguas de Andalucía, también teme por la destrucción de empleo por los efectos de la fusión.

Los regantes discrepan también del nuevo texto de la Ley de Aguas aprobado por el PSOE en el Parlamento. Feragua cree que se ha perdido la oportunidad de aprovechar el proceso de modificación parlamentaria "para reforzar la aplicación del principio de unidad de cuenca, que ha sido eliminado del texto final de la Ley, en contraposición con el Acuerdo Andaluz por el Agua que lo declara como principio fundamental de la gestión de las aguas en Andalucía". Feragua también cuestiona la regulación del Banco Público de Aguas, que permite que los recursos ahorrados por la modernización del regadío puedan asignarse a nuevos usuarios no concesionarios.

Por su parte, la Asociación de Regantes de Andalucía, Areda, aplaude la nueva normativa del agua que, en su opinión, incluye entre su articulado la mejora del régimen tarifario, de modo que el apartado de servicios generales va a ser universal para todos los usuarios andaluces, en función del volumen de agua concedida.