China recoge a mano la marea negra
Los pescadores se enfrentan sin medios a un vertido catastrófico
Los chinos luchan con las manos desnudas, sin equipos ni preparación, contra el vertido de petróleo en el mar Amarillo. La catástrofe ecológica, causada hace una semana por la explosión de un oleoducto en el puerto de Dalian, al noreste del país, ha movilizado a cientos de pesqueros junto a los equipos oficiales. Buena parte del personal trabaja sin protección, denunció Greenpeace, y playas vecinas siguen abiertas y visitadas. Los expertos creen que el vertido, de 1.500 toneladas y extendido por 90 kilómetros de costa, dejará huella durante una década y amenaza la cadena alimentaria.
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