Mal año para los opositores

Dicen que muchos de los que se han quedado en paro en esta crisis han empezado a estudiar para prepararse oposiciones. Su futuro, como la situación económica, se augura preocupante, al menos en Madrid, donde el Ayuntamiento ha decidido amortizar 755 plazas de funcionarios y personal laboral que han quedado vacantes por jubilaciones u otras circunstancias. O sea, que ahorro para el Consistorio en una época en que cada céntimo que deja de gastarse es un triunfo y castigo para los opositores, que tendrán que buscar otras Administraciones a las que presentarse.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, cuantificó ayer el ahorro por este motivo en alrededor de 26 millones de euros. Las plazas dejarán de cubrirse en todas las unidades municipales, excepto en servicios sociales. Como dijo Gallardón, "habrá que optimizar los recursos humanos al máximo para atender adecuadamente los servicios que se prestan". En román paladino, que menos gente tendrá que hacer el mismo trabajo. Habrá que ver si en la atención al ciudadano se cumplirá ese objetivo.

El Consistorio espera ahorrar 26 millones con esta medida

Los trabajadores municipales saldrán a las cinco de la tarde en septiembre

Otra de las medidas aprobadas ayer por el equipo de gobierno -adelantada ya en el pleno de mayo en el que Gallardón anunció el recorte en el presupuesto municipal- fue implantar la salida de todas las dependencias municipales a las cinco de la tarde a partir del 16 de septiembre, cuando termina el horario de verano. Se salvan únicamente de cumplir este horario los servicios de atención al público. El cierre a las cinco supondrá un ahorro en gastos como luz, calefacción en invierno y aire acondicionado en verano. También se dejarán de pagar complementos específicos a muchos funcionarios que trabajan por las tardes, pero de paso acerca a los trabajadores municipales al (ansiado por muchos) horario europeo. Y así lo quiere vender también el Ayuntamiento. Aprovechando que la crisis le obliga a tomar esta medida, saca pecho y alaba las excelencias de una decisión que permitirá conciliar de mejor modo la vida personal, familiar y laboral.

A propósito de este cierre más temprano, el PSOE acusó ayer a Gallardón de querer recortar la participación ciudadana en las juntas de distrito, ya que muchos vecinos no podrán acudir a ellas al tener que estar trabajando. Los socialistas pusieron el ejemplo de Carabanchel, donde el próximo pleno se celebrará a las dos de la tarde. El Ayuntamiento no respondió ayer a esta queja del PSOE.

La junta de gobierno de ayer dejó otros acuerdos, como la aprobación definitiva de la zona de protección acústica especial en Aurrerá (distrito de Chamberí), que estará comprendida entre las calles de Hilarión Eslava, Fernando el Católico, Guzmán el Bueno y Rodríguez San Pedro, un barrio que hace unos años sufrió las molestias de las hordas de jóvenes que acudían a los bares y discotecas situados en los bajos de algunos edificios, pero que ahora tiene un ambiente más tranquilo. A pesar del todo, el Ayuntamiento lo ha elegido como primer paso de un proyecto que, según el alcalde, puede extenderse a otras zonas de la capital, y que perseguirá el ruido nocturno adelantando las horas de cierre en algunos casos, no permitiendo la apertura de nuevos locales como discotecas y bares o aumentando la distancia entre ellos para evitar molestias a los vecinos.

Y para terminar la rueda de prensa posterior a la junta de gobierno, el alcalde también quiso hablar del pasado Mundial, pero no para loar las excelencias de la selección española, sino para alabar a Sudáfrica por su organización y para apoyar a la Federación Española de Fútbol en su empeño de conseguir junto a Portugal, el próximo 2 de diciembre, el Mundial de 2018. Y dejó caer una reflexión: si España se lleva la organización de la Copa del Mundo, en ningún caso sería una rémora para una hipotética candidatura olímpica, como lo demuestra Brasil, que acogerá el Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.