Nuevo tirón de los valores bancarios

Los inversores continuaron ayer su particular tira y afloja con el sector bancario, del que tan pronto desconfían como apuestan a fondo por sus componentes. Esta última sesión comenzó bajo la inercia del desencanto del día anterior y muy pronto los valores bancarios llevaron al Ibex 35 por debajo de los 10.000 puntos, con un descenso del 0,73%. El recorte era común para la mayoría de las plazas europeas, con lo que resultó razonablemente fácil achacarle al cierre de la Bolsa de Nueva York del día anterior, cuando el Dow Jones perdió más del 1%.

Una vez constatado ese hecho y, a la vista de la escasez real de presiones vendedoras, comenzó la caza de gangas en el sector bancario, que se mantuvo durante toda la jornada y que llevó al Ibex 35 a ganar el 2,61%, con lo que cerró por encima de los 10.300 puntos. Los valores medianos del mercado subieron tan solo el 1,97% y los pequeños, entre los que no hay valores financieros, únicamente avanzaron el 0,03%.

El ambiente no solo era favorable al sector financiero pues, gracias al avance de la actividad del sector privado en la eurozona en julio, según el índice adelantado de los gestores de compras y la mejora en la confianza de los consumidores en ese mismo mes, se espera que la economía vaya algo mejor en este tercer trimestre.

Los tres principales valores bancarios españoles cerraron la sesión con avances de más del 3%, algo que se considera muy positivo ante la inminencia de la publicación de los resultados de las pruebas de estrés.

Para redondear la sesión, solo faltaba que la Bolsa de Nueva York se uniera a la fiesta, lo que hizo a pesar de algunos indicadores económicos poco atractivos. El descenso en la venta de viviendas de segunda mano y el ligero retroceso de los índices adelantados, ambos del mes de junio, junto con el incremento en la petición de subsidios de desempleo de la última semana, no pudieron con el empuje que le dieron al mercado un buen número de resultados empresariales positivos.

Con todo, fue la afirmación del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, de que la debilidad del crecimiento económico hace que los estímulos aún sean necesarios, lo que más animó al mercado, que empujó a las Bolsas europeas al cierre y que, a media sesión, conseguía que el índice Dow Jones subiera más del 2%.