Sobrevivir a las bombas para morir a manos de un vecino
Hallados en Toledo los restos de 17 guerrilleros republicanos asesinados cuando volvían del frente
Probablemente, las víctimas pensaron que perder una guerra contra el fascismo era lo peor que les podía pasar. Se equivocaron. La mayoría de los restos rescatados hasta ahora en una fosa común en Menasalbas (Toledo) pertenecían a un grupo de hombres que volvían derrotados del frente a sus casas cuando un grupo de vecinos del pueblo, que se habían hecho falangistas durante su ausencia, los llevó a la cárcel de Toledo. Su estancia en prisión fue muy corta, apenas unas horas. Algunos fueron brutalmente torturados. Todos murieron ese mismo día, 3 de abril de 1939.
"Cuando mi madre fue a llevarle el desayuno a la cárcel después de enterarse de que lo habían detenido, le dijeron que ya se lo habían dado. En realidad le habían dado la muerte", cuenta Salud, de 73 años, la única hija de Bernardino Gómez Sánchez. Su padre tenía entonces 29. Él me conoció a mí porque una bomba le hirió en una mano y lo mandaron unos días a casa, pero yo no pude conocerle a él, porque tenía solo dos años y no tengo ningún recuerdo suyo".
Fueron brutalmente torturados. Todos murieron el 3 de abril de 1939
Se les arrojó a la fosa boca abajo, "como se entierra a los que no son de tu grupo"
Salud busca en esta fosa en la que se han hallado 17 esqueletos -uno a última hora de ayer- a dos personas: su padre, y su tío, Benigno, que tenía solo 14 años cuando fue fusilado junto a su hermano en la tapia del cementerio de Menasalbas. "Tenía unas ovejitas y había salido a pasearlas cuando fueron a buscarle. Mi abuela le dijo: llévate una manta y el que se lo llevó le respondió: donde va, no le va a hacer falta", recuerda Salud. El tercer hermano huyó a Francia y allí tropezó con otra guerra, esta vez contra los nazis. Llegó a dirigir una brigada y sobrevivió al conflicto. "Solo volvió a España para morirse", afirma Salud.
Los arqueólogos han encontrado otros dos esqueletos de hombres que no llegaron a cumplir los 20 años. Fueron arrojados a la fosa boca abajo, "como se entierra, desde la prehistoria, a los que no pertenecen a tu grupo", señala la arqueóloga Inés Pregeiro. Yacen junto a otros 15 hombres, algunos militares profesionales del Ejército de la República y otros soldados por accidente, como el padre de Salud, carbonero. Los expertos buscaban a 18 y solo han encontrado 17, lo que confirma la teoría extendida en el pueblo de que un miembro del grupo logró escapar del escuadrón de la muerte.
Estaban cubiertos por una fina capa de tierra, a apenas 40 centímetros de profundidad, lo que indica que quienes los enterraron en su día, debieron dejarlos casi al descubierto. "Hay dos esqueletos incompletos y testimonios que dicen que hubo perros comiendo los huesos. En el laboratorio comprobaremos si tienen mordidas", explica Pregeiro. La familia de una de las víctimas que está exhumando en esta fosa la ha acogido en su casa estos días. Así es como le han llegado algunos de los comentarios que ha suscitado en el pueblo la apertura de la fosa. "Hay gente que dice que los huesos que hemos encontrado los hemos puesto nosotros y que les van a subir los impuestos por culpa de la exhumación. Me ha impresionado mucho", asegura esta arqueóloga uruguaya, hija de un represaliado de la dictadura de su país.
La Federación Estatal de Foros por la Memoria, impulsora de la exhumación, junto a la Gavilla Verde, ha puesto una denuncia en los juzgados de Toledo comunicando el hallazgo de restos humanos con incontestables signos de muerte violenta. Aún no les han contestado. Sí han recibido una subvención de 20.000 euros del Gobierno para abrir esta fosa. El sábado habrá un homenaje a pie de fosa para las 17 víctimas. El director de la Federación Estatal de Foros por la Memoria, José María Pedreño, ha invitado al presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda.
Salud aún no ha decidido si enterrará a su padre con su madre. "Quedó viuda con 28 años y nunca más volvió a casarse. Tenemos que decidirlo todos los familiares de las víctimas. Si murieron juntos, quizá deban permanecer juntos".
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