Croacia y Serbia avanzan hacia la reconciliación
Casi 20 años después del estallido de las hostilidades entre croatas y serbios, los dos antiguos enemigos parecen por fin establemente encarrilados en un concreto y productivo camino de reconciliación. El presidente croata, Ivo Josipovic, aterrizó el domingo en Belgrado para una visita de Estado que ha impulsado sensiblemente el proceso. Tras reunirse, en tono evidentemente cordial, con su homólogo serbio, Boris Tadic, Josipovic ha manifestado la disponibilidad de Croacia a retirar la denuncia por genocidio presentada en 1999 contra Serbia en La Haya si el diálogo de reconciliación y la entrega y procesamiento de los criminales de guerra avanzan satisfactoriamente. Serbia estaría dispuesta a hacer lo mismo con la denuncia que presentó el pasado mes de enero.
A las palabras de alto valor simbólico de Josipovic se sumaron las de la primera ministra croata, Jadranka Kosor, que declaró que el presidente serbio sería bienvenido en Vukovar, ciudad víctima durante meses de un tremendo cerco y bombardeos serbios en 1991. Tadic había mostrado su deseo de rendir homenaje al sufrimiento de la población de Vukovar.
El acercamiento se produce en vísperas de la publicación de la sentencia de La Haya sobre la independencia de Kosovo, que se espera sea dictada mañana.
Adhesión a la UE
Más allá de su dimensión simbólica, el deshielo acarrea medidas concretas, como la posibilidad para los ciudadanos de los dos países de cruzar las fronteras sin pasaporte, el intercambio de documentación sobre víctimas y desaparecidos, y, sobre todo, el mutuo apoyo a la entrada en la UE.
La común ambición de ingresar en el club europeo es el marco en que se produce el acercamiento. Croacia podría adherirse a la Unión en 2012, y Josipovic prometió que Zagreb se empleará a fondo para que Serbia pueda entrar lo antes posible.
"Ya no hay ningún motivo para mirar hacia el pasado", dijo Josipovic. "Está en nuestro interés estratégico que los países del sureste de Europa entren en la UE, y utilizaremos todos los medios a nuestra disposición para que así sea".
Entre los asuntos a los que los dos presidentes prometieron dar un nuevo impulso figuran la protección de los derechos de las respectivas minorías y el regreso de los refugiados.
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