Menores atrapados en el juego

"Empecé a apostar hace dos años con un amigo. En principio, eran cantidades pequeñas, cinco euros a lo sumo y para divertirme. A veces iba a las tragaperras, pero lo que más me gustaba eran las apuestas deportivas. Poco a poco, se fue convirtiendo en una necesidad y llegaron los problemas familiares. Aunque en las casas de juego digan que sólo se puede apostar 100 euros diarios, yo llegué a gastar 4.000 euros en tres días. Al final, mi padre descubrió lo que estaba haciendo, la situación en la que me encontraba".

Quien habla es Jon Ander y su caso podría ser uno más entre el 2,3% de los vascos que sufren ludopatía. Sin embargo, hay un hecho que lo hace aún más llamativo: sólo tiene 17 años.

Las asociaciones piden filtros de autoexclusión como los de los casinos

Las pautas de acción son similares a las de otras patologías

La apuesta máxima es de 100 euros y los locales ofrecen folletos preventivos

"Llegué a gastar 4.000 euros en tres días", afirma un joven ludópata

Hace dos años, Reta, Kirol Jokoa y Victoria abrieron las puertas de sus casas de apuestas con el fin de captar a un público joven mediante el uso de la tecnología, los colores vivos, y promocionando sus recintos como un lugar en el que disfrutar acompañado de los amigos. Además, la posibilidad de apostar por un escaso importe era un reclamo para los jóvenes, que fueron abarrotando los locales y depositando su dinero en distintas combinaciones que les reportaran beneficios.

Por aquel entonces, las patologías que se pudieran derivar del nuevo perfil de apostante eran suposiciones, simples hipótesis. De cualquier manera, y acorde con la regulación que impuso el Departamento de Juego y Espectáculos del Gobierno, la apuesta máxima sería de 100 euros. Asimismo, las empresas acreditadas decidieron entregar un folleto informativo con recomendaciones a la hora de jugar de cara a evitar adicciones.

José Manuel Vildosola, presidente de Ekintza-Aluviz, la Asociación de Ayuda a Ludópatas de Vizcaya, sabe que el descenso de edad en el público objetivo de las casas de apuestas ha cambiado el tipo de solicitante de ayudas. "De un tiempo a esta parte, hemos notado un aumento sustancial de la ludopatía en la gente joven. En los últimos dos años, hemos recibido a 12 chavales que tienen problemas con las apuestas deportivas en recintos físicos y en Internet. Nos hallamos ante un problema serio, esto no es un deporte. Parece ser que las casas de apuestas están cada vez más concienciadas, pero nos gustaría que hubiera filtros de autoexclusión, como en los casinos".

Para constatar en vivo sus impresiones y dar fe de que en estos recintos entra gente menor, Vildosola decidió visitar in situ una casa de apuestas en el momento en el que los estudiantes salen al recreo matutino. No le sorprendió encontrar a alumnos que no habían acabado, siquiera, la ESO. "Había mucha gente que no llegaba a los 18 años y casi todos apostando", apostilla el presidente de Ekintza-Aluviz.

Garbiñe Jaureguialzo, presidenta de Ekintza-Dasalud, la Asociación de Ayuda a Ludópatas de Guipúzcoa, tiene una opinión similar a la de su compañero vizcaíno. "Hasta este año no habíamos tenido el perfil de público joven. La edad media de las personas que solicitan tratamiento está descendiendo con respecto a años anteriores. En 2010, por primera vez, están pidiendo ayuda personas muy jóvenes junto a padres y madres muy preocupados por esta nueva actividad en la vida de sus hijos e hijas. El hecho de que en nuestra comunidad dispongamos de una oferta de juegos tan amplia y esté tan presente en nuestras vidas, no hace más que incrementar el riesgo de tener un problema con el juego", indica Jaureguialzo.

A este respecto, la presidenta de Ekintza Dasalud opina que "las apuestas en Euskadi forman parte de nuestra cultura". No obstante, esto no tiene porqué suponer ningún inconveniente, ya que el problema en sí mismo no radica en el juego, sino en el tiempo, la frecuencia y el gasto que se invierte en él. "Cuando una persona comienza a jugar más dinero de lo que tenía planeado, prefiere hacerlo sólo e intenta ganar para recuperar lo perdido y hacer frente a las deudas, continuando con el juego cuando va perdiendo reiteradamente y, entonces, recurre a mentiras, está ya en la antesala del juego patológico", agrega Jaureguialzo.

En tal caso, las pautas de intervención en estos casos son similares a las de otras adicciones. En primer lugar, se ofrecen grupos de autoayuda de asistencia semanal y terapia psicológica individual. En una segunda fase, se utilizan técnicas de control de estímulos que consisten en evitar las conductas descontroladas para mantener una abstinencia total respecto a las apuestas. En tercer lugar, se expone al paciente a las situaciones de riesgo de forma progresiva y regular hasta que sea capaz de resistirse sin adoptar conductas de escape. Finalmente, se realiza un tratamiento de mantenimiento para evitar las recaídas.

En San Sebastián, un grupo de jóvenes que rondarán los 25 años ve con varios boletos en la mano una etapa del Tour de Francia. Están visiblemente nerviosos y animan, especialmente, a uno de los corredores, en el que habrán depositado, seguramente, sus esperanzas. El más agitado, que golpea constantemente un cigarrillo, se levanta para dirigirse al mostrador a cobrar su apuesta ganadora. El encargado le entrega 1.070 euros y el chico vuelve con sus amigos. "A reinvertir", les dice.

Con premios y actitudes como la anterior, ¿es un hecho que se están creando dependencias? Para José Antonio Martín, director de operaciones de Ekasa, la empresa que gestiona Reta, "no hay constancia de tales adicciones", debido a que "se trata de apuestas de pequeña cuantía cuyo resultado no es inmediato, lo cual reduce el peligro. Además, nuestro personal se encuentra perfectamente formado para evitar conductas no deseadas". Maribel San José, responsable de comunicación de Kirol Jokoa, añade, en consonancia con Martín, que "Kirol Jokoa ofrece información sobre apuestas responsables en todos sus puntos y en sus máquinas".

Tanto para el director de operaciones de Reta como para Maribel San José, las casas de apuestas no se conciben como algo negativo o perjudicial. Martín remarca que "nuestros locales se ven como un lugar de ocio más, donde la gente va a ver los diferentes eventos que retransmitimos en los plasmas ubicados allí. Aparte, se puede leer la prensa o, incluso, tomarse un refresco mientras tanto". Y ganar 1.070 euros. O perderlos, por supuesto.