"El miedo te hace reaccionar como un animal salvaje"

Dani Pedrosa (Sabadell, 1985) entra en la carpa de su equipo, acompañado por su jefa de prensa, algo contrariado. Ha perdido sus gafas de sol. Y se queja. Pero se sienta, respira hondo, y se desprende inmediatamente de la fama de chico serio y poco hablador que le acompaña habitualmente. El cielo no se aclara en Sachsenring, donde ha caído una amenazadora tormenta de madrugada y donde hoy (14.00 horas, TVE), desde la tercera posición de la parrilla, intentará darle guerra al hombre de la pole, Jorge Lorenzo, el líder del Mundial de MotoGP, quizá su único rival. Rossi, tras su milagrosa recuperación, saldrá quinto.

Pregunta. Dicen que pasa una vergüenza terrible cuando entra en un restaurante y la gente le mira. ¿Ha superado su timidez?

"Esta Honda es muy sensible; no acertamos con la puesta a punto"

"El regreso de Rossi es más sorprendente que precipitado. No se le ve nada mal"

Respuesta. No. Al revés. Supongo que me siento más observado. Depende del carácter de cada uno. Otros, en mi posición, no se sentirían incómodos. No es que me moleste, pero no me siento relajado. Me cuesta dejarme llevar.

P. Empezó la temporada más musculado, por exigencia de su preparador físico, Adam Constanzo, pero desde el inicio de la temporada ha perdido ya un kilo por el camino.

R. A principio de temporada no cuentas con el estrés de las carreras, tienes más tiempo para comer bien cada día, para dormir las horas necesarias y descansar más. Al empezar el Mundial, de repente una noche duermes cuatro horas porque al día siguiente tienes que coger un avión muy pronto, comes en los aeropuertos... Pierdes peso, más tras las últimas tres carreras seguidas.

P. ¿Le ha echado la bronca ya Constanzo?

R. No... (y ríe tímidamente). Él sabe que estamos dentro de los límites que nos fijamos. Nunca he sido muy comedor. Siempre he comido sólo cuando tenía hambre, nunca por obligación. Él me hace comer más de la cuenta. Pero me cuesta...

P. Para 2011 ha pedido una moto que sea competitiva independientemente del circuito. ¿Por qué necesita tantos cambios en los reglajes en cada carrera?

R. La moto es muy sensible a los cambios. No acertamos con la puesta a punto. En Assen no había manera en los entrenamientos previos, y de golpe, la mañana de la carrera encontramos algo que funcionó y fuimos muy bien. Cambiamos las geometrías para distribuir de manera diferente el peso. Pero no sabemos si aquello nos servirá a partir de ahora. Mis mecánicos y yo somos los primeros que no lo entendemos.

P. ¿Que la moto pese unos 150 kilos y el piloto sólo 52 es un problema añadido?

R. La relación no es ideal, claro. Pero cuando corría en 250cc ya sabíamos que en el cambio a MotoGP ese sería el aspecto más delicado. He podido suplirlo con otras cosas, pero evidentemente cuando estás frente a otros pilotos con un mismo talento y las mismas cualidades, tus puntos más débiles se ven más afectados. Intentamos minimizar esas carencias, ya que, al fin y al cabo, nunca pesaré 70 kilos, nunca mediré 1,70 metros y nunca seré un Schwarzenegger, aunque tampoco me iría bien para ir en moto...

P. El año pasado, Nakamoto, vicepresidente de HRC, dijo: "Si Pedrosa no ha ganado es porque la moto no está a la altura". ¿Qué le dicen ahora los japoneses?

R. Están intentando mejorar al máximo porque saben que este invierno llegaron con una moto muy verde.

P. Desde la marcha de Doohan muchos pilotos de Honda se han quejado de que no se les escuchó. ¿Le ha ocurrido también a usted?

R. En algunos momentos sí ha habido una falta de comunicación con Japón, no ha habido entendimiento entre el departamento de investigación que hay allí y el que nos acompaña en las carreras. En Japón piensan en cómo mejorar, en incorporar cosas nuevas, y en las carreras nos preocupamos más del día a día. Ha ocurrido que desde allí han querido que probáramos cosas que no necesitábamos en un momento determinado, porque teníamos que solucionar otros problemas quizá menores pero más inmediatos. Esa falta de comunicación nos ha llevado a cometer errores, a desviarnos del camino. Ahora hay una mejor coordinación y mejor armonía.

P. Stoner será piloto de Honda en 2011. ¿Eso puede hacer que se replantee su continuidad?

R. Ellos han fichado a Stoner, pero yo todavía no he empezado ninguna negociación ni estoy pensando en eso ahora mismo. Solo pienso en mejorar, en ganar alguna carrera y hacer buenos resultados. En caso de que seamos compañeros él aportaría su experiencia por lo que ha vivido en Ducati.

P. ¿Puede haber fricciones?

R. Sí, puede ocurrir, es normal. Cuando pones a dos pilotos punteros en un mismo taller la rivalidad se acentúa.

P. ¿Cree que el regreso de Rossi es precipitado?

R. Más sorprendente que precipitado. Cuando me enteré me lo llegué a plantear, pero no se le ve nada mal. Evidentemente, sí se le ve más rígido que antes de la caída, pero sus tiempos son buenos.

P. De pequeño adoraba a Doohan y hubo quien en sus inicios advirtió cierto parecido con él.

R. Me fijaba en él porque me gustaba su estilo cuando empecé a mirar las carreras por tele. Evidentemente, no le conocía personalmente, pero me bastaba con verle correr, me hacía disfrutar. Y cuando empecé a pilotar intenté imitar cosas que él hacía, como la forma de levantar la moto al salir de las curvas.

P. ¿Qué le falta para ser campeón del mundo?

R. No es que falte mucho, quizá lo tenemos casi todo, pero falta que todo esté listo a la vez. Es difícil, pero para eso estamos.

P. Dijo usted que en su debut en 125cc (Suzuka) sintió auténtico miedo. ¿Le ha vuelto a pasar?

R. No. Ante aquella primera curva recuerdo que pensé que quería dejar que pasaran todos los pilotos, quedarme el último, y después empezar a remontar. Ahora es al contrario, siempre quiero llegar el primero a la primera curva.

P. ¿Cómo hace uno para que el miedo se convierta en un sentimiento positivo?

R. El miedo es una sensación, no es algo sobre lo que pienses. Ese sentimiento mantiene a tu cuerpo con todos los sentidos al 100% y te hace reaccionar como un animal salvaje. Te da ese plus que no tendrías en un estado normal.

P. ¿La pesadilla de un piloto es soñar que se cae de la moto?

R. Sí, me ha pasado muchas veces. Nunca lo he soñado en la cama, siempre en aquellos momentos en que te quedas dormido unos 10 minutos, en el coche o en el sofá. Me estoy quedando dormido... y de repente: ¡Pum! Doy un salto y me pego unos sustos de muerte.