El PSE critica que el PNV "no diga ni haga nada" por el espionaje
Rodríguez insta a Urkullu a pronunciarse sobre el escándalo
El PSE quiere un pronunciamiento claro e inequívoco del PNV después de que saliera a la luz el presunto caso de espionaje político revelado a raíz de la investigación judicial del denominado caso De Miguel. El secretario general del grupo parlamentario socialista, Óscar Rodríguez, instó ayer a los jeltzales a tomar medidas y aclarar su posición ante los indicios de que un ex alto cargo de su partido, Aitor Telleria, recibía información de agentes de la Ertzaintza sobre rivales políticos y otras destacadas personalidades alavesas. "Es sorprendente que el PNV ni diga nada, ni haga nada. No basta con apartarse de los presuntos delincuentes, lo que hace falta es apartarlos de la política y del PNV", recalcó Rodríguez.
El PSE no renuncia a recabar más apoyos para la comisión de investigación
Cuanto más tarde el PNV en adoptar medidas ante el supuesto espionaje "peor" será para su imagen, argumentó el parlamentario socialista. "Con su silencio abonan la tesis de que lo que en Euskadi hacía falta no era un cambio de gobierno sino un cambio de régimen", añadió.
No sabemos donde está el señor Urkullu. ¿No tiene opinión sobre esta cuestión? ¿El señor Erkoreka no tiene opinión sobre esta cuestión?", lanzó al aire irónicamente, exigiéndoles que se pronuncien. "Son este tipo de temas los que deberían preocupar al PNV y no otro tipo de negociaciones", concluyó Rodríguez.
El parlamentario socialista no quiso entrar en más detalles sobre su petición, ni sobre quién debería ser sancionado por el partido teniendo en cuenta que el presunto espionaje sólo tiene imputados de momento a los dos agentes de la antigua unidad de investigación y análisis.
"Yo no voy a decir a un partido lo que tiene que hacer, pero el caso es que el PNV tomó una serie de medidas en un caso de cohecho y tráfico de influencias y ahora no ha tomado ni una sola medida por un presunto delito de espionaje", recalcó. Nada más conocerse las primeras ocho imputaciones, entre ellas, las del entonces diputado foral y vicepresidente de Vital Alfredo de Miguel, el PNV reaccionó apartando a los implicados de sus cargos institucionales e internos. "El cohecho o el tráfico de influencias son delitos muy graves, pero más grave aún es el presunto delito de espionaje", recordó Rodríguez. La investigación, tanto de la rama de espionaje como de la presunta corrupción, corre a cargo del titular del Juzgado de Instrucción número cuatro de Vitoria, Roberto Ramos.
Se ha convertido en algo habitual en el panorama vasco recurrir a una comisión de investigación parlamentaria para depurar responsabilidades políticas, incluso antes de que la justicia determine quién ha cometido algún delito -caso Margüello, Guggenheim, Balenciaga, caso Glass y fraude de la Hacienda de Irún en Guipúzcoa, entre otros-. En su intervención, Rodríguez explicó que la decisión tomada por socialistas y populares de formar una comisión -tienen mayoría suficiente para ello- no implica que renuncien a recabar más apoyos en la Cámara para sacarla adelante.
Amigos imputados
C. L., uno de los dos ertzainas imputados por el juez Roberto Ramos por su supuesta participación en la elaboración de informes con destino al burukide del PNV Aitor Telleria, mantiene una buena relación con los responsables políticos de la Diputación Foral de Álava. Así, al menos, se desprende de la fotografía que el propio miembro de la Ertzaintza mantiene en la red social Facebook y en la que se le puede ver departiendo amigablemente con Xabier Agirre, diputado general, durante una de las retretas de las fiestas de San Prudencio, patrón del territorio. Además, en su relación de amistad, C. L. también incluye a Alfredo de Miguel, otro imputado, que aparece en la fotografía ofreciendo una imagen distendida mientras se fuma un puro en uno de los descansos de la retreta.
C. L. está imputado junto con su compañero J. A. en la causa abierta por el espionaje de varias personalidades públicas de Vitoria que fueron hallados en el ordenador de Aitor Telleria, también involucrado en el caso De Miguel.
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